Nueva ofensiva de Correa contra la petrolera Chevron

El presidente Rafael Correa denunció ayer que la empresa Chevron quiere desprestigiar a Ecuador mediante una campaña multimillonaria y que, según su punto de vista, incluso presiona a Estados Unidos para que le quite al país las preferencias arancelarias y disminuya sus ventajas en el comercio internacional.

En declaraciones publicadas por el diario oficial El Ciudadano, Correa dijo que “vamos a defender el prestigio del país y vamos a denunciar lo que está haciendo Chevron”. “Estamos denunciando al mundo la campaña multimillonaria de Chevron para desprestigiar al país. Una campaña para que nos quiten preferencias arancelarias, que nos boicoteen el comercio internacional con Estados Unidos’’, aseguró.

La empresa petrolera estadounidense fue sentenciada en 2011 por la Justicia ecuatoriana a pagar 18.000 millones de dólares tras acusaciones de un grupo de pobladores de la Amazonia de contaminación ambiental en esa región. Poco después, Chevron denunció que el proceso judicial estuvo viciado por una serie de actos de corrupción.

La semana pasada Chevron entregó un paquete de 4.000 hojas a la fiscalía ecuatoriana con presuntas pruebas del dolo judicial, pero ese organismo se negó a procesarlas debido a que consideró que estaba fuera del período de presentación de pruebas.

Correa tomó las acusaciones de Chevron como un intento de dañar el país. El presidente ecuatoriano recordó que el juicio entre los demandantes ecuatorianos y Chevron “es un juicio entre privados’’ pero al exponer su opinión acerca de la sentencia contra la multinacional petrolera dijo que “es culpable” de contaminar la Amazonia. “El gobierno sólo va a defender el prestigio del país y a mantener firme su opinión sobre el accionar de la petrolera en el Ecuador: Chevron destrozó la Amazonia”.

Si bien el caso está en manos del máximo tribunal ecuatoriano, la empresa desconoce la sentencia por considerarla “fraudulenta”, y busca en cortes internacionales que el Estado ecuatoriano asuma la indemnización por daños ambientales. Chevron nunca operó directamente en Ecuador, aunque sí lo hizo a través de Texaco, compañía que funcionó en el país entre 1964 y 1990. Tras su salida, comunidades indígenas entablaron un proceso que ya completa casi 20 años por contaminación en la selva amazónica.

Correa se embarcó en esta cruzada ecológica buscando contrarrestar las críticas que recibió hace un mes por su intención de explotar el petróleo que hay en el Parque de Yasuní, una reliquia medioambiental de la zona amazónica del Ecuador declarada reserva mundial de la biosfera por la ONU.

El mandatario había prometido respetar el medioambiente y no tocar esas reservas de crudo. Pero puso una condición: que un fondo internacional de US$ 2.700 millones compense la pérdida de ingresos que le provocaba no explotar el yacimiento. Sin embargo, no consiguió aportantes. Sólo pusieron dinero Naciones Unidas y España y desechó la posibilidad el gobierno alemán. Por eso ahora Correa decidió avanzar sobre la reserva, lo que le valió duras críticas de los indígenas de la región y de los sectores ecologistas.

Fuente: Clarín