El mapa del petróleo mundial ¿No lo has visto?

Así se inició un nuevo ciclo de crecimiento de la oferta, y un nuevo diseño del sector. Países con grandes posibilidades de explotar crudo de diferentes maneras, como Brasil con el pre-sal, ganan fuerza en la escena internacional.

Productores tradicionales, como las naciones de Medio Oriente, tienden a perder relevancia, principalmente para América del Norte y Europa. Estados Unidos, uno de los principales clientes de la región, comienza a reducir su dependencia externa con el aumento de la producción propia, principalmente de gas. Desde la década de 1990, el país aumentó 34% su explotación de gas, según datos de la Administración de Informaciones de Energía de Estados Unidos. Ahora, están acelerando tanto la producción de gases no convencionales, como el "shale gas" y el "tight gas" y de petróleo en el mar.

De 0,48 billones de m3 de gas en 1990 -solo 400.000 millones de m3 de "shale gas"-, EE.UU. produce hoy 0,67 billones de m3, con una participación del "shale gas", de más de un tercio del total. Para 2025, la previsión es de un salto a 0,79 billones de m3 de gas, de los cuales 0,34 billones de "shale gas".
Sin embargo, EE.UU. no llegaría a la total independencia del exterior, dijo Luiz Pinguelli Rosa, director de Coppe/UFRF. "El gas es un candidato no solo para sustituir al petróleo, sino también a tomar el lugar del carbón en la generación de energía eléctrica. Lo que coloca a EE.UU. en una situación un poco más confortable, pero no lo torna independiente".

La producción estadounidense de petróleo -que pelea los rankings globales con la rusa y la saudita-también crece, pero a un ritmo menos fuerteque la de gas. Hoy EE.UU. producen alrededor de 7,7 millones de barriles diarios, contra 5,9 millones a finales de 2011.

Nuevos proyectos de gas pasaron a ser viables, en varias partes del mundo, por el nuevo nivel de precios, impulsados en la última década por el aumento de la demanda china que consume 0,3 millones de barriles de petróleo por día.

Además del aumento de la demanda china, hubo una reducción de la oferta en algunos países. En un informe, analistas del Citibank definen como "decepcionante" el crecimiento de la oferta de países que no integran la OPEP en la última década, un hecho que se sumó a un colapso en la producción de Irak y Venezuela.

En ese contexto, el precio del petróleo subió de un nivel de u$s 15 a u$s 30 en las décadas de 1980 y 1990 a por encima de los u$s 100 en los últimos años.
En ese contexto, comenzaron a justificarse las inversiones en diversas formas de explotación de petróleo y gas. Es el caso del proyecto en Alaska, en las arenas pesadas de Canadá, en el Mar Caspio, en el Golfo de México, en alto mar en África, en Brasil y, más recientemente, en el Ártico.

Con la suba prevista para la oferta global, la consecuencia probable es una caída de los precios en los próximos años. La tendencia es que el barril de petróleo tenga un valor promedio de entre u$s 80 y u$s 90 de ahora hasta 2025, de acuerdo a la previsión del Centro Brasileño de Infraestructura.

Si el consumo comienza a crecer de manera más importante, el equilibrio del mercado podría mantener los precios más altos. Pero existen controversias acerca de la expansión de la demanda. En general, las proyecciones indican un fuerte crecimiento, sobre todo en China, India, Corea del Sur, Medio Oriente, Brasil y los demás países sudamericanos.

Especialistas mencionan los crecientes incentivos para la reducción del consumo en algunos países, como en Europa.

Los analistas coinciden, en general, con que habrá una desaceleración de la expansión de la demanda global por petróleo a finales de la década, principalmente por el crecimiento de la producción de gas y de nuevas tecnologías.

Previsiones indican un fuerte aumento de la oferta en la próxima década, escenario que sugiere una de las cuestiones más intrigantes del momento: ¿qué operaciones permanecerán económicamente viables cuando llegue ese momento?

En el caso del pre-sal brasileño, todo indica que los proyectos sobrevivirían, según especialistas. Con un costo de producción que el mercado estima en u$s 45 por barril, sin considerar impuestos, la explotación rendiría ganancias con un precio del barril de crudo en torno de u$s 80.

Proyectos de gas con más viabilidad económica podrían dar inicio a una transición hacia un escenario de crecimiento de las energías más limpias. Por ahora, los movimientos más esperados son menos radicales, vinculados con el crecimiento de la demanda china, de la oferta brasileña y de las expectativas sobre las reservas mexicanas.

Grandes compañías de todo el mundo, principalmente estadounidenses, pusieron el foco en la energía mexicana. Hoy, solamente la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) está autorizada a operar en el país, pero varias compañías esperan la apertura del mercado.

Mientas tanto, China, que disputa con EE.UU. el lugar de mayor importador de petróleo del mundo, continua buscándolo en diversos lugares. Con poca viabilidad para explotar las reservas que posee en su territorio, China invierte en sus refinerías y busca tener más presencia en países con mayor potencial de producción.

La principal estrategia china es financiar proyectos de empresas estatales y recibir el pago en barriles de petróleo. De la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), recibe 600.000 barriles diarios. Con la misma lógica, Petrobras recibió hace cuatro años u$s 10.000 millones del Banco de Desarrollo de China con la contrapartida de exportar 150.000 barriles durante un año y 200.000 barriles por día en los nueve años siguientes. Dos estatales petroleras chinas integran el consorcio que venció la disputa por el campo de Libra, en el pre-sal de la Cuenca de Campos. Se comprende el interés. Ese yacimiento solo casi duplica las reservas totales brasileñas, que eran de 14.000 millones de barriles hasta hace poco

Fuente: CRONISTA.COM