Las prospecciones de gas en la Costa se aparcan al menos hasta 2016
Repsol va a tener que seguir esperando para llevar a cabo sus planes de buscar gas metano en el litoral malagueño, a pesar de que desde julio de 2011 cuenta con todos los parabienes medioambientales y lo único que falta desde entonces para realizar los sondeos exploratorios frente a las costas de Mijas y Fuengirola es que el Ministerio de Industria formalice la autorización definitiva. Un trámite que por regla general se resuelve en cuestión de semanas pero que en el caso del proyecto Siroco se viene dilatando sin explicación alguna pese a que en el Gobierno ya han sido varias las ocasiones en las que se han pronunciado a favor del mismo. Actualmente, las previsiones que manejan en el Ejecutivo central es que las prospecciones no se llevarán a cabo antes de 2016.
Por lo pronto, 2014 se puede dar ya por descartado por una simple cuestión de tiempo, ya que incluso en el caso de que el permiso llegara hoy mismo, la multinacional tendría serias dificultades para organizar el despliegue logístico con la antelación suficiente para acometer los trabajos entre febrero y abril, periodo fijado por el Ministerio de Medio Ambiente para evitar su impacto en el turismo, la veda de la flota pesquera y la reproducción y paso de aves y cetáceos. Cara a 2015, año de elecciones municipales y generales, el propio subsecretario de Industria, Enrique Hernández Bento, asegura a este periódico que «sería muy complicado».
Una afirmación que el dirigente estatal no achaca a la parálisis gubernamental a la hora de dar luz verde a los sondeos, sino a la propia planificación de la compañía por la poca disponibilidad de plataformas para perforar el fondo marino, que son escasas en el mercado y muy demandadas en todo el mundo. Por ello, apunta a que «los trabajos se trasladarían seguramente a 2016». Para entonces, Industria debería haber prorrogado por quinta vez el permiso de investigación concedido en febrero de 2004, que expira el 20 de agosto de 2015 después de que hace unos meses fuera renovado por otros dos años.
Por su parte, desde la compañía aseguran que no tienen ninguna decisión tomada porque cualquier paso que pudieran dar al respecto está condicionado a la necesaria autorización definitiva. La empresa se lo toma con relativa paciencia, pero no tiene la más mínima intención de renunciar a las prospecciones. Primero, porque ya lleva invertidos 19 millones de euros sólo en estudios geológicos y la campaña sísmica (el sondeo rondaría los 41 millones), y segundo porque sus resultados apuntan a la existencia de un yacimiento situado a unos 1.600 metros de profundidad que podría albergar unos cinco mil millones de metros cúbicos de gas. La cantidad sería similar a la del pozo que la multinacional lleva explotando desde 1997 en el Golfo de Cádiz y que equivaldría al consumo de toda la provincia durante una década.
El alquiler de la plataforma
En cualquier caso, la realidad es que el litoral malagueño no es precisamente el único punto en el que Repsol tiene puestas sus miras en busca de gas. De hecho, a la hora de planificar el dispositivo logístico también se tendrán en cuenta las opciones de aprovechar el mismo despliegue para desplazarlo a otros puntos del entorno. La cuestión no es baladí, ya que el alquiler de la plataforma, incluido el personal, ronda el medio millón de euros al día, de forma que sólo para los sondeos (en un principio durarían 29 días, aunque si se hallara gas podrían ampliarse a 41 para realizar pruebas de producción) la inversión superaría los 20 millones. Un periodo al que habría que sumarle las jornadas necesarias para mover esta infraestructura desde el lugar donde se encuentre (suele haber una en el entorno del Mediterráneo) hasta el punto exacto donde está prevista la perforación del subsuelo marino, en la zona de Punta de Calaburras (a 9 kilómetros al sur de la costa de Mijas y a 12 kilómetros al suroeste de la de Fuengirola).
La plataforma semisumergible, que sería de doble casco y con unas dimensiones de 77 metros de largo y 68 de ancho, estaría apoyada por tres embarcaciones para el transporte del combustible y el traslado de los ripios y lodos, además de un helicóptero para el personal. En este punto, cabe precisar que la autorización sólo daría vía libre a la realización de catas en el subsuelo para confirmar si hay gas, pero no a su extracción. Para ello, habría que iniciar un nuevo proceso administrativo, incluida una nueva declaración de impacto ambiental. Además, en el caso de que el pozo fuera explotado, la extracción se realizaría mediante una cabeza submarina que a través de canalizaciones sumergidas trasladarían el gas hasta una planta en tierra firme.
Fuente: http://www.diariosur.es/
Por lo pronto, 2014 se puede dar ya por descartado por una simple cuestión de tiempo, ya que incluso en el caso de que el permiso llegara hoy mismo, la multinacional tendría serias dificultades para organizar el despliegue logístico con la antelación suficiente para acometer los trabajos entre febrero y abril, periodo fijado por el Ministerio de Medio Ambiente para evitar su impacto en el turismo, la veda de la flota pesquera y la reproducción y paso de aves y cetáceos. Cara a 2015, año de elecciones municipales y generales, el propio subsecretario de Industria, Enrique Hernández Bento, asegura a este periódico que «sería muy complicado».
Una afirmación que el dirigente estatal no achaca a la parálisis gubernamental a la hora de dar luz verde a los sondeos, sino a la propia planificación de la compañía por la poca disponibilidad de plataformas para perforar el fondo marino, que son escasas en el mercado y muy demandadas en todo el mundo. Por ello, apunta a que «los trabajos se trasladarían seguramente a 2016». Para entonces, Industria debería haber prorrogado por quinta vez el permiso de investigación concedido en febrero de 2004, que expira el 20 de agosto de 2015 después de que hace unos meses fuera renovado por otros dos años.
Por su parte, desde la compañía aseguran que no tienen ninguna decisión tomada porque cualquier paso que pudieran dar al respecto está condicionado a la necesaria autorización definitiva. La empresa se lo toma con relativa paciencia, pero no tiene la más mínima intención de renunciar a las prospecciones. Primero, porque ya lleva invertidos 19 millones de euros sólo en estudios geológicos y la campaña sísmica (el sondeo rondaría los 41 millones), y segundo porque sus resultados apuntan a la existencia de un yacimiento situado a unos 1.600 metros de profundidad que podría albergar unos cinco mil millones de metros cúbicos de gas. La cantidad sería similar a la del pozo que la multinacional lleva explotando desde 1997 en el Golfo de Cádiz y que equivaldría al consumo de toda la provincia durante una década.
El alquiler de la plataforma
En cualquier caso, la realidad es que el litoral malagueño no es precisamente el único punto en el que Repsol tiene puestas sus miras en busca de gas. De hecho, a la hora de planificar el dispositivo logístico también se tendrán en cuenta las opciones de aprovechar el mismo despliegue para desplazarlo a otros puntos del entorno. La cuestión no es baladí, ya que el alquiler de la plataforma, incluido el personal, ronda el medio millón de euros al día, de forma que sólo para los sondeos (en un principio durarían 29 días, aunque si se hallara gas podrían ampliarse a 41 para realizar pruebas de producción) la inversión superaría los 20 millones. Un periodo al que habría que sumarle las jornadas necesarias para mover esta infraestructura desde el lugar donde se encuentre (suele haber una en el entorno del Mediterráneo) hasta el punto exacto donde está prevista la perforación del subsuelo marino, en la zona de Punta de Calaburras (a 9 kilómetros al sur de la costa de Mijas y a 12 kilómetros al suroeste de la de Fuengirola).
La plataforma semisumergible, que sería de doble casco y con unas dimensiones de 77 metros de largo y 68 de ancho, estaría apoyada por tres embarcaciones para el transporte del combustible y el traslado de los ripios y lodos, además de un helicóptero para el personal. En este punto, cabe precisar que la autorización sólo daría vía libre a la realización de catas en el subsuelo para confirmar si hay gas, pero no a su extracción. Para ello, habría que iniciar un nuevo proceso administrativo, incluida una nueva declaración de impacto ambiental. Además, en el caso de que el pozo fuera explotado, la extracción se realizaría mediante una cabeza submarina que a través de canalizaciones sumergidas trasladarían el gas hasta una planta en tierra firme.
Fuente: http://www.diariosur.es/
Las prospecciones de gas en la Costa se aparcan al menos hasta 2016
Reviewed by luis
on
11/27/2013
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