Las reservas de gas sin especulaciones (Opinión)
Javier de J. Mansilla Peña * - Desde tiempo atrás vienen difundiéndose comentarios respecto a las reservas de gas en Bolivia, de si estas son suficientes para satisfacer el mercado interno, su proyección de consumo y los compromisos asumidos con Argentina y Brasil; que de renovarse el contrato con este último país, el cual concluye en diciembre de 2019, se deberá renegociar sobre precios más bajos; he leído, incluso, que las reservas se acabarían en 2017 y que se precisan entre 5 y 6 mil millones de dólares en exploración, que deben ser invertidos ya.
El papel aguanta todo, puesto que hay mucho de intereses y de agorero en todo esto, prediciendo males con fundamentos harto discutibles. Del mismo modo se opina sobre la petroquímica (urea, polietileno, etc.), siendo que esta consumiría apenas una fracción de las reservas mientras que cuadruplicaría el valor de la energía intrínseca exportada.
¿Tenemos reservas de gas? Sí. ¿Abundantes? No. ¿Pero, para qué las queremos abundantes? Este no es el problema. Más importante es la credibilidad de la política energética de este o de cualquier otro Gobierno. Abundantes eran a pocos años de la capitalización, al menos por arte de tecnicismos que hicieron que sobrepasasen los 48 TCF sin que el precio las acompañe hacia arriba; hoy apenas sobrepasan los 11 TCF. Consumimos alrededor de 0,7 TCF de nuestras reservas por año, es decir, si todo fuera aritmética simple, tenemos reservas para casi 16 años. Pero como las reservas de gas, o de petróleo, no se pueden extraer de los yacimientos como si fueran a salir como de una botella de soda, el actual régimen de producción de 54 millones de metros cúbicos por día no podrá sostenerse ni por cinco años, y con cada vez más inversiones en explotación, lo cual implicará más costos.
Esto no es bueno porque cinco años están a la vuelta de la esquina. Tenemos que descubrir más reservas, al menos 1 TCF por año, cada año, no precisamos duplicarlas ya, porque no nos ayudaría para nada; y las inversiones que se requieren tampoco son los alegres 5 a 6 mil millones de dólares ya. Las estadísticas, que funcionan mejor que los tecnicismos, apuntan a mucho menos. En cuanto a nuestros actuales compradores, Argentina y Brasil, dejémoslos que hagan lo que puedan por su abastecimiento energético. En cualquier escenario, lo que hoy pagan por el gas boliviano seguirá siendo competitivo en volumen y precio
Fuente: EL DEBER Bol.
El papel aguanta todo, puesto que hay mucho de intereses y de agorero en todo esto, prediciendo males con fundamentos harto discutibles. Del mismo modo se opina sobre la petroquímica (urea, polietileno, etc.), siendo que esta consumiría apenas una fracción de las reservas mientras que cuadruplicaría el valor de la energía intrínseca exportada.
¿Tenemos reservas de gas? Sí. ¿Abundantes? No. ¿Pero, para qué las queremos abundantes? Este no es el problema. Más importante es la credibilidad de la política energética de este o de cualquier otro Gobierno. Abundantes eran a pocos años de la capitalización, al menos por arte de tecnicismos que hicieron que sobrepasasen los 48 TCF sin que el precio las acompañe hacia arriba; hoy apenas sobrepasan los 11 TCF. Consumimos alrededor de 0,7 TCF de nuestras reservas por año, es decir, si todo fuera aritmética simple, tenemos reservas para casi 16 años. Pero como las reservas de gas, o de petróleo, no se pueden extraer de los yacimientos como si fueran a salir como de una botella de soda, el actual régimen de producción de 54 millones de metros cúbicos por día no podrá sostenerse ni por cinco años, y con cada vez más inversiones en explotación, lo cual implicará más costos.
Esto no es bueno porque cinco años están a la vuelta de la esquina. Tenemos que descubrir más reservas, al menos 1 TCF por año, cada año, no precisamos duplicarlas ya, porque no nos ayudaría para nada; y las inversiones que se requieren tampoco son los alegres 5 a 6 mil millones de dólares ya. Las estadísticas, que funcionan mejor que los tecnicismos, apuntan a mucho menos. En cuanto a nuestros actuales compradores, Argentina y Brasil, dejémoslos que hagan lo que puedan por su abastecimiento energético. En cualquier escenario, lo que hoy pagan por el gas boliviano seguirá siendo competitivo en volumen y precio
Fuente: EL DEBER Bol.
Las reservas de gas sin especulaciones (Opinión)
Reviewed by luis
on
11/22/2013
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