Hay que sembrar el gas (Editorial)
Editorial / El País (Tarija) - Lo dijo un venezolano, no últimamente, sino hace tres cuartos de siglo “hay que sembrar el petróleo”, seguramente pensando en que la economía de un país, cuando está sostenida por sólo el extractivismo, no es promisoria.
Para Bolivia, que ha tenido su historia marcada por el extractivismo minero y ahora gasífero, esa recomendación es pertinente. Antes de continuar, digamos que ese venezolano fue Arturo Uslar Pietri (para que no se alboroten los chavistas ni los antichavistas).
Sembrar el gas, para nosotros, significa utilizar ese recurso natural no renovable (que los gringos llaman commodity) para desarrollar la petroquímica o la agricultura moderna, que sí es una fuente renovable para alimentar la economía nacional.
El gas de petróleo, es materia esencial para la petroquímica, con la cual se obtienen miles de derivados que tienen mucho valor agregado, entre ellos los plásticos, pero también los agroquímicos de uso fitosanitario.
En Bolivia, existen condiciones para desarrollar agricultura moderna, de alta productividad y precisamente Tarija es una de las zonas promisorias para esta actividad, que ya tiene desarrollo efectivo, por ejemplo en la viticultura.
En Bolivia, donde hemos tenido que importar de Europa papas, porque la minería, actividad netamente extractífera, tenía ocupada toda la mano de obra campesina, no podemos repetir tan triste historia con el gas.
Por eso tiene mucho sentido aquello de “sembrar el gas”, con el objetivo de no depender solamente de ese recurso, amarrando a él, en forma inexorable, el destino presente y futuro de todo nuestro país.
En los proyectos para instalar plantas petroquímicas hemos dado ya los primeros pasos, tímidos por ahora, pero confiamos en que se consolidarán, tendrán permanente apoyo estatal y se diversificarán, como debe ser.
En cuando al desarrollo agropecuario, tenemos mucho por hacer, aunque podemos también mostrar avances significativos, en el cultivo de la vid, por ejemplo, que es ya una actividad ejemplar, que ha formado un clúster que enorgullece justificadamente a Tarija y a los Cintis.
Volvamos ahora a ese venezolano que no ahora, sino en 1.936, recomendaba “sembrar el petróleo”. Era Arturo Uslar Pietri, abogado, periodista, escritor y político considerado como uno de los intelectuales más importantes del siglo XX en nuestra América. Y en todo el mundo.
El 14 de julio de 1936 Uslar Pietri publicó en un periódico un artículo titulado “Sembrar el petróleo” donde exponía la creciente dependencia de Venezuela del petróleo y propuso que había que salir de ese esquema.
Luego, declaró que había que utilizar el petróleo “no para pagar más importaciones, sino para buscar nuevas fuentes de ingreso para el país y crear fuentes de producción que contribuyesen a un desarrollo sostenido”.
44 años más tarde, también por iniciativa venezolana se creó la OPEP (en 1960) y quienes lo hicieron lo llamaron “instrumento de defensa de los precios para evitar el despilfarro económico del petróleo que se agota sin posibilidad de renovarse”.
Hace unos días tuvimos en Tarija, el XIV Congreso Latinoamericano de Viticultura y Enología. Sentimos que no le dimos la importancia que merecía.
Fuente: POR EL PAIS (TARIJA)
Para Bolivia, que ha tenido su historia marcada por el extractivismo minero y ahora gasífero, esa recomendación es pertinente. Antes de continuar, digamos que ese venezolano fue Arturo Uslar Pietri (para que no se alboroten los chavistas ni los antichavistas).
Sembrar el gas, para nosotros, significa utilizar ese recurso natural no renovable (que los gringos llaman commodity) para desarrollar la petroquímica o la agricultura moderna, que sí es una fuente renovable para alimentar la economía nacional.
El gas de petróleo, es materia esencial para la petroquímica, con la cual se obtienen miles de derivados que tienen mucho valor agregado, entre ellos los plásticos, pero también los agroquímicos de uso fitosanitario.
En Bolivia, existen condiciones para desarrollar agricultura moderna, de alta productividad y precisamente Tarija es una de las zonas promisorias para esta actividad, que ya tiene desarrollo efectivo, por ejemplo en la viticultura.
En Bolivia, donde hemos tenido que importar de Europa papas, porque la minería, actividad netamente extractífera, tenía ocupada toda la mano de obra campesina, no podemos repetir tan triste historia con el gas.
Por eso tiene mucho sentido aquello de “sembrar el gas”, con el objetivo de no depender solamente de ese recurso, amarrando a él, en forma inexorable, el destino presente y futuro de todo nuestro país.
En los proyectos para instalar plantas petroquímicas hemos dado ya los primeros pasos, tímidos por ahora, pero confiamos en que se consolidarán, tendrán permanente apoyo estatal y se diversificarán, como debe ser.
En cuando al desarrollo agropecuario, tenemos mucho por hacer, aunque podemos también mostrar avances significativos, en el cultivo de la vid, por ejemplo, que es ya una actividad ejemplar, que ha formado un clúster que enorgullece justificadamente a Tarija y a los Cintis.
Volvamos ahora a ese venezolano que no ahora, sino en 1.936, recomendaba “sembrar el petróleo”. Era Arturo Uslar Pietri, abogado, periodista, escritor y político considerado como uno de los intelectuales más importantes del siglo XX en nuestra América. Y en todo el mundo.
El 14 de julio de 1936 Uslar Pietri publicó en un periódico un artículo titulado “Sembrar el petróleo” donde exponía la creciente dependencia de Venezuela del petróleo y propuso que había que salir de ese esquema.
Luego, declaró que había que utilizar el petróleo “no para pagar más importaciones, sino para buscar nuevas fuentes de ingreso para el país y crear fuentes de producción que contribuyesen a un desarrollo sostenido”.
44 años más tarde, también por iniciativa venezolana se creó la OPEP (en 1960) y quienes lo hicieron lo llamaron “instrumento de defensa de los precios para evitar el despilfarro económico del petróleo que se agota sin posibilidad de renovarse”.
Hace unos días tuvimos en Tarija, el XIV Congreso Latinoamericano de Viticultura y Enología. Sentimos que no le dimos la importancia que merecía.
Fuente: POR EL PAIS (TARIJA)
Hay que sembrar el gas (Editorial)
Reviewed by luis
on
12/02/2013
Rating: