Peru: Petróleo: ¿Funcionan las nuevas dirigencias?
El reciente paso por el Perú de James Anaya, el relator ONU para pueblos indígenas, ha puesto en foco la evolución de las dirigencias nativas vinculadas a zonas petroleras. A las cuales por cierto él acaba de visitar. Un dato importante es que en muchos casos han cambiado sustantivamente las siglas y las etnias que llevan la voz cantante en los conflictos sobre recursos naturales.
Un segundo dato importante es que en muchos escenarios las dirigencias anteponen sus pedidos de indemnización por daños y perjuicios a cualquier otra consideración. Algo que en los hechos le quita la palabra “previa” a la expresión consulta previa. Son nuevas dirigencias en cierto modo menos ideológicas y más economicistas. Algo que puede ser positivo, siempre y cuando sea bien manejado.
Las empresas petroleras y las autoridades de todo nivel que, pensando en el decenio pasado, se disponían a un pulseo en torno de cosas como la defensa del medio ambiente o el respeto a los espacios culturales, están encontrando reclamos vinculados con desembolsos, algunos directos y otros mediante fundaciones benéficas.
A primera vista todo esto podrían parecer buenas noticias para los inversionistas. Pero no es necesariamente así. El nuevo panorama es más volátil, y nada garantiza que el puro pragmatismo económico produzca acuerdos más estables que la ideología. Además las consideraciones ambientales y culturales siempre tendrán que ser atendidas.
Esto no significa que el proceso de consulta haya desaparecido. Hoy las dirigencias indígenas tienen pliegos de reclamos que presentan como una condición para que el proceso de consulta pueda siquiera iniciarse. Para las empresas que ya operan otros pozos, esto significa sobre todo indemnizaciones y nuevas titulaciones.
Además los nuevos pedidos y sobrepedidos se vienen dando en un contexto de desarticulación de las dirigencias nativas. La imagen de unidad amazónica que proyectaba AIDESEP ya no está allí, y las federaciones locales actúan por su cuenta, cuando no de manera rival. Lo cual complica cada vez más las negociaciones petroleras.
A esta falta de cohesión debe sumarse la aparición de formas de iniciativa privada (empresas comunales, reclamos de tipo bilateral directo) que debilitan las formas de negociación establecidas por ley. Algo que afecta a todas las partes. Acuerdos firmes es una condición indispensable para cualquier proceso de inversión en el petróleo de la selva.
¿Por qué el cambio en las dirigencias? Una explicación es que Bagua no fue la victoria indígena que algunos quisieron ver, sino un revés con serias consecuencias. Otra es que los placeres del canon en otras regiones del país vienen teniendo un fuerte efecto de demostración en la Amazonía, pero ahora con el deseo de un cobro directo para las etnias.
Fuente: http://www.larepublica.pe/
Un segundo dato importante es que en muchos escenarios las dirigencias anteponen sus pedidos de indemnización por daños y perjuicios a cualquier otra consideración. Algo que en los hechos le quita la palabra “previa” a la expresión consulta previa. Son nuevas dirigencias en cierto modo menos ideológicas y más economicistas. Algo que puede ser positivo, siempre y cuando sea bien manejado.
Las empresas petroleras y las autoridades de todo nivel que, pensando en el decenio pasado, se disponían a un pulseo en torno de cosas como la defensa del medio ambiente o el respeto a los espacios culturales, están encontrando reclamos vinculados con desembolsos, algunos directos y otros mediante fundaciones benéficas.
A primera vista todo esto podrían parecer buenas noticias para los inversionistas. Pero no es necesariamente así. El nuevo panorama es más volátil, y nada garantiza que el puro pragmatismo económico produzca acuerdos más estables que la ideología. Además las consideraciones ambientales y culturales siempre tendrán que ser atendidas.
Esto no significa que el proceso de consulta haya desaparecido. Hoy las dirigencias indígenas tienen pliegos de reclamos que presentan como una condición para que el proceso de consulta pueda siquiera iniciarse. Para las empresas que ya operan otros pozos, esto significa sobre todo indemnizaciones y nuevas titulaciones.
Además los nuevos pedidos y sobrepedidos se vienen dando en un contexto de desarticulación de las dirigencias nativas. La imagen de unidad amazónica que proyectaba AIDESEP ya no está allí, y las federaciones locales actúan por su cuenta, cuando no de manera rival. Lo cual complica cada vez más las negociaciones petroleras.
A esta falta de cohesión debe sumarse la aparición de formas de iniciativa privada (empresas comunales, reclamos de tipo bilateral directo) que debilitan las formas de negociación establecidas por ley. Algo que afecta a todas las partes. Acuerdos firmes es una condición indispensable para cualquier proceso de inversión en el petróleo de la selva.
¿Por qué el cambio en las dirigencias? Una explicación es que Bagua no fue la victoria indígena que algunos quisieron ver, sino un revés con serias consecuencias. Otra es que los placeres del canon en otras regiones del país vienen teniendo un fuerte efecto de demostración en la Amazonía, pero ahora con el deseo de un cobro directo para las etnias.
Fuente: http://www.larepublica.pe/
Peru: Petróleo: ¿Funcionan las nuevas dirigencias?
Reviewed by luis
on
12/17/2013
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