México definirá los campos petroleros que las multinacionales perforarán a partir de 2015

México entrará este jueves a una nueva era en su sector energético después de 76 años de total autonomía de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la producción de crudo. La compañía estatal le entregará a la Secretaría de Energía el listado de áreas y de campos que seguirá explorando a partir de 2015, tal y como lo establece la reforma aprobada por el Congreso en diciembre, que dará paso a la exploración de firmas extranjeras.

Aquella decisión, que busca optimizar los recursos de Pemex y revitalizar la producción petrolera del país, se ha convertido en una inmejorable oportunidad para multinacionales de la talla de Exxon Mobil, Chevron Texaco, Royal Dutch Shell, British Petroleum, ConocoPhillips o, incluso, la brasileña Petrobras.

Todas ellas están pendientes de quedarse con una parte del jugoso botín conformado por 21 activos del portafolio de inversiones de la industria mexicana, en los que se requerirán inversiones superiores a los US$20.600 millones . Entre ellos, sobresale el Área Perdida, que cubre 26.892 kilómetros cuadrados en aguas profundas del Golfo de México, en límites marítimos fronterizos con Estados Unidos, que requeriría una inyección de US$678,7 millones el próximo año para comenzar a extraer los más de 8.000 millones de barriles de crudo no convencional que guarda.

Es, sin duda, un evento de gran significado para las petroleras internacionales en el que, no obstante, la estatal colombiana Ecopetrol no ha confirmado su asistencia. “Para 2014, según el plan de expansión internacional, concentraremos los esfuerzos en las aguas estadounidenses del Golfo de México, donde es muy probable que se realice una nueva asignación de áreas para explorar; en Colombia, donde participaremos en la Ronda 2014; y en Brasil. El plan para 2015 está en definición y se está contemplando la posibilidad de México”, explicaron fuentes de la compañía.

Ecopetrol planea invertir este año US$10.595 millones, de los cuales el 5% se ejecutará en el exterior y US$1.560 millones en actividades de exploración. En ellas está la perforación de cinco pozos en aguas estadounidenses del Golfo México, que se inscriben dentro de su política de enfocarse en prospectos de mayor valor y potencial de producción.

La decisión de participar en la oferta mexicana es apenas entendible. Las condiciones de los campos a explorar suponen aguas de gran profundidad, muy lejanas de la costa, con alta propensión a los huracanes y, entre otros obstáculos, yacimientos de baja energía para su levantamiento. Eso se traduce, necesariamente, en extensas inversiones.

“Esa decisión depende de diversos factores: de la probabilidad de encontrar crudo, del beneficio que pueda obtener la compañía y la estabilidad jurídica de los contratos. Es una opción que vale la pena explorar, pero hay que hacerlo sabiendo que se va a obtener una ganancia”, comenta Germán Corredor, director del Observatorio Colombiano de Energía de la Universidad Nacional.

Aunque la firma colombiana cuenta con amplia experiencia en la exploración de aguas profundas (opera 148 bloques en el Golfo de México, 11 en Perú, siete en Brasil y la plataforma gasífera Chuchupa, en La Guajira), una decisión de este tipo no suele tomarse a la ligera.

“Es una estrategia pensada a mediano plazo, que toma alrededor de cinco años en desarrollarse, según la información sísmica y las proyecciones de perforación que se obtengan. Es, sin duda, una opción que puede pensarse hacia 2020”, señala María Adelaida Velásquez, analista de renta variable para el sector petrolero de la firma Serfinco.

En el caso de que Ecopetrol decida que la feria mexicana está a su alcance, deberá tomar decisiones con rapidez. La Secretaría de Energía de México tiene hasta el 17 de septiembre para definir en cuáles campos Pemex explorará en propiedad, en cuáles necesita asociarse y los que quedarán en manos del capital privado. Ya en 2015 se definirán las inversiones.

fuente: ELESPECTADOR.COM