Extracción de gas shale pone en riesgo agua de un país de Ámerica

México - La reforma energética aprobada en diciembre pasado impulsará permisos de investigación de gas no convencional con fractura técnica conocida como fractura hidráulica o fracking, que de aprobarse en las leyes secundarias, podría provocar la contaminación de acuíferos por el uso de aditivos químicos, y un fuerte consumo de agua.

De acuerdo a un estudio elaborado por la comisión de energía del PRD y MV de la Cámara de Diputados y del cual EL PUNTO CRITICO tiene en su poder, hasta el momento, los lugares en donde se ha aplicado la técnica de fractura hidráulica o fracking, se han contaminado grandes volúmenes de agua, e incluso, se ha provocado fuertes movimientos sísmicos, además de un fuerte desgaste de agua, debido a que para preparación de sus pozos de requieren de grandes volúmenes de este líquido.

Por ejemplo, para la fractura de un solo pozo, se necesitan de 9 a 29 millones de litros de agua, y si se toma en cuenta que se tiene interés en explotar 20 mil pozos anuales, esto significaría un volumen de agua equivalente al necesario para cubrir el consumo doméstico de entre 4.9 y 15.9 millones de personas en un año.

Por lo cual, esta técnica conocida como la panacea, se encuentra prohibida de manera total o parcial en diferentes países, como Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Irlanda el Norte de Bulgaria, Alemania, Rumania, España, Australia, Nueva Zelanda, Uruguay, Argentina, Italia, Suiza, y algunos países bajos.

Sin embargo, de acuerdo a datos de la Energy Information Administration (EIA), México es uno de los países con recursos altamente recuperables de gas shale, que ya ha llamado la atención entre empresas internacionales que prefieren esta forma de explotación de recursos hidráulicos por su bajo costo y altos rendimientos económicos.

De acuerdo al documento, con la reforma energética en materia constitucional y las leyes reglamentarias, se abre la posibilidad jurídica de explotar esta fuente de energía de forma irracional, sin contemplar las consecuencias e impactos ecológicos que esto traiga a nuestro país.

Joaquín Gutiérrez Díaz, ambientalista y experto en la minería, señaló que además de resultar inviable económicamente, la emisión de gases invernaderos será muy superior a lo que se tiene actualmente, por lo que, dijo, se deberían de plantear nuevas posibilidades para no afectar al entorno.

“Para mí debe de descartarse por completo la posibilidad de extraer gas shale, y lo digo porque sólo agudizará los problemas de escasez de agua que se tienen en el estado, porque la extracción requiere de grandes cantidades de este líquido que no podrá recuperarse, porque aparte se mezcla con sustancias muy tóxicas en el proceso”, dijo.



QUE ES LA FRACTURA HIDRAÚLICA O FRACING

Este método consiste en hacer una perforación vertical desde 3 km hasta 5 km de profundidad, hasta llegar a donde se encuentra unas rocas porosas que pueden ser de esquisto, latitas o pizarra (en inglés es denominada gas Shale) dentro de estas se encuentra gas natural.

Cuando se alza la capa de rocas, se continúa la perforación en el plano horizontal, a través de la misma. Esta perforación horizontal suele ocupar un kilómetro y medio de longitud o puede llegar hasta los 3km. Dentro de la capa de pizarra se utilizan explosivos para provocar pequeñas fracturas y se inyectan por etapas, de 9 a 29 millones de litros de agua a muy alta presión, mezclados con arena y más de 7509 aditivos químicos apuntalantes, entre los cuales se encuentran bencenos, silenos, cianuros, en cantidades de entre cancerígenos y mutagénicos.

Muchas de estas sustancias químicas no están catalogadas y las empresas se reservan su información completa de los componentes, amparándose en el secreto de derecho de patente, por lo que no se sabe con exactitud las dimensiones de los riesgos.

El agua a presión fractura la roca liberando el gas que luego, junto con el agua, el arena y los aditivos retornan a la superficie (retorna entre 15 y 80 por ciento del fluido inyectado).

El pozo se va fracturando entre 8 y 12 etapas, con lo cual el conducto sufre unos cambios de presión muy grandes con el consiguiente peligro de quiebra del revestimiento de cemento.

La fractura no tiene forma de controlarse, rompiendo capas del subsuelo que provocan diversas afectaciones, generando sismos y fugas de los fluidos utilizando en el proceso, que se escapan a través de fisuras o por fallas naturales existentes en el suelo, así como fallos en la cimentación del revestimiento y los tanques.

Estas fugas provocan la contaminación de la red de abastecimiento de agua potable, así como ríos aguas subterráneas y atmósfera cuando llegan a evaporarse. Asimismo, el gas liberado también contamina la atmosfera y las reservas de agua.

El fluido también trae a la superficie otras sustancias que pueden contener las capas del subsuelo. Es muy muy común que estas rocas contengan metales pesados como el mercurio o plomo, así como radón, radio o uranio, elementos radiactivos que llegan a la superficie cuando previamente estaban allí. Este fluido de retorno se almacena en piletas abiertas, con diversas consecuencias, evaporación, esparcimientos por vientos, desbordamiento, que se traduce en contaminación.

La extracción de hidrocarburos con éste método es altamente costoso, la inversión es difícilmente recuperable, ya que la duración de extracción por pozo dura aproximadamente 3 años y posteriormente decae hasta hacerlo viable económicamente.

Estados Unidos de América donde se ha aplicado este método, se ha aprobado que es inviable y no hay forma de mitigar los daños ambientales y a la salud pública.

Este método de extracción pone en grave riesgo a los habitantes y al medio ambiente con consecuencias desastrosas, puntualiza el documento.

CUADRO

MÁS AFECTACIONES QUE BENEFICIOS

La reciente reforma al artículo 27 constitucional establece que el gobierno federal podrá otorgar, mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o contratos con particulares, actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en términos de la ley reglamentaria
Para la fractura de un solo pozo, se necesitan de 9 a 29 millones de litros de agua, y si se toma en cuenta que se tiene interés en explotar 20 mil pozos anuales, esto significaría un volumen de agua equivalente al necesario para cubrir el consumo doméstico de entre 4.9 y 15.9 millones de personas en un año
“El Instituto de Cambio y Alteración Endocrina (The Endocrine Disruption Exchange Institute, TEDX por sus siglas en inglés) señala que hay 632 químicos utilizados en la operación para la extracción del gas, de los cuales, 353 son altamente riesgosos para la salud”
Más de 75 por ciento afecta directamente la piel, ojos, sistema respiratorio y gastrointestinal. Aproximadamente entre 40 y 50 por ciento puede dañar el sistema nervioso, inmunológico, cardiovascular y los riñones. El 37 por ciento afecta el sistema endocrino y 25 por ciento provoca cáncer y mutaciones

Fuente: www.elpuntocritico.com