Estimulación hidráulica
Estados Unidos, en su afán por ganar seguridad energética, emprendió desde hace varios años la exploración y explotación de gas de esquistos, obteniendo resultados que lo acercan cada vez más a la independencia energética. Hoy, el Departamento de Energía proyecta que para el 2018 este país será exportador neto de gas natural.
Algunos aplaudieron los resultados, pero criticaron la ausencia de una regulación previa a la extracción petrolera a través de la estimulación hidráulica, que permite liberar los hidrocarburos atrapados en los yacimientos que se han denominado “no convencionales”. También señalaron que no existieron con anterioridad estándares adecuados que identificaran riesgos y medidas de prevención y mitigación de los potenciales impactos ambientales.
Colombia actualmente presenta una necesidad similar a la de Estados Unidos; necesita aumentar las reservas de petróleo y gas para mantener un ritmo de producción que permita seguir apalancando el desarrollo, y lograr un país más educado, equitativo y en paz. Pero a diferencia de los Estados Unidos, hemos querido generar desde el comienzo una regulación técnica y ambiental sólida, objetiva y responsable que dé tranquilidad sobre la actividad en yacimientos no convencionales.
Así fue como desde el 2012 se inició un trabajo conjunto entre el Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y sus respectivas entidades adscritas, donde se realizaron talleres para funcionarios con participación de 24 expertos internacionales, exreguladores y académicos.
En estos eventos, cuyas grabaciones se encuentran en la página web de la ANH, se discutieron los impactos de la exploración y explotación en yacimientos no convencionales y las recomendaciones para garantizar que estas se realicen responsablemente.
Especialistas como John Deutch, profesor de MIT y presidente de la comisión de Barack Obama para temas energéticos de no convencionales, y David Neslin, uno de los mayores expertos en petróleo y gas de esquistos, asesoraron también al gobierno en la mejor forma de abordar la regulación.
Como resultado de este ejercicio, el Ministerio de Minas y Energía publicó el reglamento técnico para esta actividad. En la Resolución 90341 del 2014 se refleja el compromiso con el desarrollo de un marco regulatorio adecuado, donde el componente central es la prevención de contaminación de acuíferos y la protección de aguas subterráneas.
Entre otras cosas, se establecieron requerimientos detallados para la construcción y cementación de los pozos y para verificar su integridad, distancias mínimas de la estimulación a los fondos de los acuíferos, distancias verticales y horizontales a pozos de agua, así como requerimientos para la prevención de sismicidad desencadenada y prevención de la intercomunicación de pozos.
El Ministerio de Ambiente hizo lo correspondiente con los términos ambientales, realizando estrictos requerimientos en materia de uso de agua, disposición y tratamiento del agua residual resultante de la estimulación, prohibición del venteo de gases y monitoreo de la calidad del agua superficial y subterránea, entre otros.
Actualmente, Colombia cuenta con 22 bloques con prospectividad de yacimientos no convencionales. Pero antes de perforar el primer pozo, quisimos entregar un marco regulatorio completo, producto de un trabajo riguroso que no tiene precedentes en el país y que garantiza que el desarrollo de esta actividad se haga de manera sostenible.
Todo lo anterior ya está siendo reconocido por otros países que han invitado a Colombia a escenarios académicos y gubernamentales, para compartir este proceso regulatorio que nos pone como ejemplo en la elaboración de normas claras para el desarrollo de este tipo de recursos.
ORLANDO CABRALES SEGOVIA
Viceministro de Energía
Fuente: El Tiempo
Editado por: Marlon Santos
Algunos aplaudieron los resultados, pero criticaron la ausencia de una regulación previa a la extracción petrolera a través de la estimulación hidráulica, que permite liberar los hidrocarburos atrapados en los yacimientos que se han denominado “no convencionales”. También señalaron que no existieron con anterioridad estándares adecuados que identificaran riesgos y medidas de prevención y mitigación de los potenciales impactos ambientales.
Colombia actualmente presenta una necesidad similar a la de Estados Unidos; necesita aumentar las reservas de petróleo y gas para mantener un ritmo de producción que permita seguir apalancando el desarrollo, y lograr un país más educado, equitativo y en paz. Pero a diferencia de los Estados Unidos, hemos querido generar desde el comienzo una regulación técnica y ambiental sólida, objetiva y responsable que dé tranquilidad sobre la actividad en yacimientos no convencionales.
Así fue como desde el 2012 se inició un trabajo conjunto entre el Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y sus respectivas entidades adscritas, donde se realizaron talleres para funcionarios con participación de 24 expertos internacionales, exreguladores y académicos.
En estos eventos, cuyas grabaciones se encuentran en la página web de la ANH, se discutieron los impactos de la exploración y explotación en yacimientos no convencionales y las recomendaciones para garantizar que estas se realicen responsablemente.
Especialistas como John Deutch, profesor de MIT y presidente de la comisión de Barack Obama para temas energéticos de no convencionales, y David Neslin, uno de los mayores expertos en petróleo y gas de esquistos, asesoraron también al gobierno en la mejor forma de abordar la regulación.
Como resultado de este ejercicio, el Ministerio de Minas y Energía publicó el reglamento técnico para esta actividad. En la Resolución 90341 del 2014 se refleja el compromiso con el desarrollo de un marco regulatorio adecuado, donde el componente central es la prevención de contaminación de acuíferos y la protección de aguas subterráneas.
Entre otras cosas, se establecieron requerimientos detallados para la construcción y cementación de los pozos y para verificar su integridad, distancias mínimas de la estimulación a los fondos de los acuíferos, distancias verticales y horizontales a pozos de agua, así como requerimientos para la prevención de sismicidad desencadenada y prevención de la intercomunicación de pozos.
El Ministerio de Ambiente hizo lo correspondiente con los términos ambientales, realizando estrictos requerimientos en materia de uso de agua, disposición y tratamiento del agua residual resultante de la estimulación, prohibición del venteo de gases y monitoreo de la calidad del agua superficial y subterránea, entre otros.
Actualmente, Colombia cuenta con 22 bloques con prospectividad de yacimientos no convencionales. Pero antes de perforar el primer pozo, quisimos entregar un marco regulatorio completo, producto de un trabajo riguroso que no tiene precedentes en el país y que garantiza que el desarrollo de esta actividad se haga de manera sostenible.
Todo lo anterior ya está siendo reconocido por otros países que han invitado a Colombia a escenarios académicos y gubernamentales, para compartir este proceso regulatorio que nos pone como ejemplo en la elaboración de normas claras para el desarrollo de este tipo de recursos.
ORLANDO CABRALES SEGOVIA
Viceministro de Energía
Fuente: El Tiempo
Editado por: Marlon Santos
Estimulación hidráulica
Reviewed by Anónimo
on
8/31/2014
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