Ecuador: perspectiva energética @bguzqueda #especial

Con premisa de mejorar la producción y volver a atraer capitales externos para reposicionar/mejorar su papel de jugador (todavía marginal) de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Ecuador enfrentará un año 2015 bastante complicado.

Debe optimizar su capacidad de seducción de inversionistas y a la vez modernizar infraestructura y tecnología de exploración/producción/refinación para volver a mover su industria petrolera que, sin lugar a dudas, es la principal generadora de ingresos del país.

Ecuador anhela volver a ritmos de producción de los setenta cuando descubrió que el petróleo sería/es llave de generación de ingresos para reemplazar la agricultura. Tal fue la alegría que el primer barril extraído del Amazonas fue, literalmente, paseado por calles de Quito en marzo 1972, meses antes de que yo naciera, según me cuentan algunos amigos ecuatorianos que conocen muy bien la industria energética ecuatoriana, y tal fue la buena producción y peso geopolítico específico de Ecuador que ingresó a la OPEP en 1973, y en 1979 el ministro ecuatoriano de Energía René Ortiz Durán fue elegido secretario general de ese cártel energético.

La nueva política hidrocarburífera ecuatoriana es “promover la exploración de hidrocarburos para incrementar sus reservas y su explotación racional” y en esa dinámica a lago plazo tienen metas de mejorar producción petrolera fundamentalmente en suroriente.

Vale subrayar que Ecuador estuvo ausente de OPEP por más de 10 años. Se retiró en 1992 (en ese momento producía 300.000 barriles diarios de petróleo, hoy está cerca de 550.000; vean que no hubo mucho incremento desde ese momento hasta hoy). Se retiraron de ese organismo como se puede retirar cualquier persona de un exclusivo club de golf: por impago de cuotas de membresía.

En 2007 el izquierdista jefe del Estado ecuatoriano suscribe el retorno del país a la más capitalista de las organizaciones corporativas del mundo: la OPEP, cuya influencia en el mercado de petróleo incide en reducir/incrementar volúmenes controlando aproximadamente 43% de la producción mundial de petróleo y 75% de las reservas de crudo, siendo esa organización el cartel económico más importante del mercado. Seguramente zanjaron favorablemente el pago de sus deudas de cuotas de membresía.

En el escenario energético interno Ecuador tiene empresas públicas, operadoras privadas y empresas de servicios petroleros que interactúan bajo influencia de mercados internacionales. Los últimos años se han empeñado en “incrementar la renta petrolera” para financiar un cambio radical de matriz energética utilizando para ello mecanismos tales como asignación de recursos a las empresas públicas que poseen capital estatal con el fin de que incrementen la producción petrolera. Obvio y básico: invertir en infraestructura energética el dinero que representa la venta de petróleo.

Datos de la OPEP reflejan que el valor de exportaciones petroleras ecuatorianas es de aproximadamente 14,103 millones de dólares. Tiene reservas probadas de petróleo de 8,832 millones de barriles y poco gas, comparativamente con Bolivia, está en 6 billones de pies cúbicos pero sus niveles de producción no han mejorado ni en petróleo ni en gas.

El Ecuador es un país de vocación petrolera, genera 75% de su energía por el petróleo.

Por razones de ideología política Ecuador, como Bolivia y Venezuela, redujo la participación de capitales privados en el sector hidrocarburos; además de que en el contexto económico-político que es algo volátil hubo algunas expropiaciones y cambio de contratos con multinacionales exactamente como en Bolivia, lo que genera obvios daños a la imagen país.

La controversia nacional más álgida es la apertura del parque Yasuní para exploración petrolera, que genera líos con grupos indígenas; y en lo internacional/mediático el caso judicial Chevron versus Ecuador, un largo y ampliamente conocido litigio ambiental que deja por los suelos la imagen de la justicia y la integridad de algunas cortes de ese país. Pero eso es otro tema, y muy complicado.

La industria ecuatoriana del petróleo está en plena actividad desde hace más de 25 años habiendo ya declinado varios campos (campos en franco proceso de reducción de volúmenes de producción por su intensiva explotación), de manera que están urgidos de generar nuevos procesos exploratorios/productivos para elevar el ratio de producción/consumo de petróleo; pero irrecusablemente para ello necesitan capitales externos que ayuden a financiar esos proyectos.

Análisis independientes revelan, en la perspectiva económica, para contextualizar, que América Latina, entre 2003-2012, experimentó crecimiento promedio/año de 4%; siendo así las exportaciones de bienes fueron negativas para los países exportadores de hidrocarburos (Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela: con -4,4%); en ese orden Ecuador y su crecimiento moderado es resultado de la inversión originada desde el sector público, que empujó el sector de la construcción. El PIB petrolero ecuatoriano, motor de la economía nacional, al igual que ocurre en Venezuela y en Bolivia, significa 10% en el PIB total.

La producción de crudo (2007-2012) registra tendencia a la baja; aunque se esperaría que en el quinquenio 2015-2020 mejoren condiciones legales, regulatorias y políticas de apertura a nuevos actores privados principalmente para introducirlos a la industria.

Hay mucho por hacer en Ecuador que debe reconstruir los tejidos público-privados y público-internacionales para volver a vigorizar la industria ecuatoriana que tiene, entre otros objetivos, ser un jugador de importancia en OPEP.

Por: BORIS SANTOS GÓMEZ ÚZQUEDA

Analista del sector privado

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Ecuador: perspectiva energética @bguzqueda #especial Ecuador: perspectiva energética @bguzqueda #especial Reviewed by luis on 10/01/2014 Rating: 5

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