No dudemos, digamos ¡NO! @DoublePlusUT
Desde Caracas.- Si este régimen consigue recursos financieros para paliar “su” crisis terminal, que él mismo ocasionó, y, con tales recursos y su discurso y prácticas populistas logra mantener “cautivado” –como logró hasta 2013– a un porcentaje relativo de la población, la nación podría perderse nadie sabe hasta cuándo. Todo ciudadano capaz de pensar su vida en términos de sus hijos y nietos debe entender que este régimen, su modelo económico y el odio social en que se basa, tienen un solo objetivo: arruinar al país y destruirnos.
El supuesto patriotismo, el socialismo, la máscara de defensa de la justicia social y la idea de que hay venezolanos o extranjeros haciendo imposible que gobierne Maduro, todo, son ridículas mentiras. ¡Este régimen ha manejado la mayor riqueza petrolera que haya recibido gobierno alguno en toda nuestra historia, ha concentrado todos los poderes públicos y, ambas cosas, por 16 años! Pregúntese entonces, ¿qué mayor prueba de fracaso? Nuestros hijos y nuestros abuelos y todos nos humillamos a diario en colas sólo para comprar alimentos básicos y medicinas elementales, cuando se encuentran: el gobierno nos ha convertido en mendigos… ¿Es suficiente o quiere ud. más?
¿Cómo dudar? Por eso, hay que negar al gobierno cualquier crédito adicional de confianza y no hay que “desear” que siga consiguiendo recursos para que los continúe despilfarrando en su vulgar populismo, en compras de armas para reprimir y en su corrupción generalizada. Este régimen no quiere y no sabe gobernar. Punto. Por eso no se entienden esas declaraciones conciliadoras y “neutrales” de empresarios, políticos, artistas y otros, que angelicalmente declaran por ahí sus supuestos deseos de que el gobierno consiga dinero, o que los precios del petróleo suban; o, peor, que hay que sacrificar más al pueblo permitiendo que aumenten la gasolina o los impuestos: NO. Los esfuerzos que habrá que hacer, que serán enormes, deben ponerse en otras manos. A un drogadicto no se le cura regalándole droga, a un padre irresponsable no se le “acomoda” entregándole el presupuesto de la familia; y a este régimen no debe permitírsele más que siga arrasando con todo: NO. Todos debemos seguir los ejemplos valientes de la Iglesia y de los 60 economistas; y denunciar el fracaso y los propósitos de estos comunistas irresponsables y darle un gran “NO” al régimen.
NO permitamos que unos fracasados tengan ningún éxito atemorizándonos hablando del régimen como si fuese indestructible; NO “deseemos” acomodaticiamente que “ojalá suban los ingresos o se consigan créditos externos“, porque hay que “sobrevivir”. Chavistas y no chavistas que alguna vez apoyaron esto están asqueados del régimen y sus burócratas. Gente que desde afuera cobró honorarios y ayudó a que este desastre se instalara ya lo repudia abiertamente y se arrepiente de haberlo alentado. ¡Hasta Cuba abandona el barco! La imparcialidad, decía Fernando Pessoa, es la forma menos noble de ser parcial, porque es la más hipócrita, porque es la única verdaderamente hipócrita. Por todo esto, no dudemos: digamos ¡NO!
Por: Miguel Aponte
economiapoliticaehucv.wordpress.com
@DoubleplusUT
El supuesto patriotismo, el socialismo, la máscara de defensa de la justicia social y la idea de que hay venezolanos o extranjeros haciendo imposible que gobierne Maduro, todo, son ridículas mentiras. ¡Este régimen ha manejado la mayor riqueza petrolera que haya recibido gobierno alguno en toda nuestra historia, ha concentrado todos los poderes públicos y, ambas cosas, por 16 años! Pregúntese entonces, ¿qué mayor prueba de fracaso? Nuestros hijos y nuestros abuelos y todos nos humillamos a diario en colas sólo para comprar alimentos básicos y medicinas elementales, cuando se encuentran: el gobierno nos ha convertido en mendigos… ¿Es suficiente o quiere ud. más?
¿Cómo dudar? Por eso, hay que negar al gobierno cualquier crédito adicional de confianza y no hay que “desear” que siga consiguiendo recursos para que los continúe despilfarrando en su vulgar populismo, en compras de armas para reprimir y en su corrupción generalizada. Este régimen no quiere y no sabe gobernar. Punto. Por eso no se entienden esas declaraciones conciliadoras y “neutrales” de empresarios, políticos, artistas y otros, que angelicalmente declaran por ahí sus supuestos deseos de que el gobierno consiga dinero, o que los precios del petróleo suban; o, peor, que hay que sacrificar más al pueblo permitiendo que aumenten la gasolina o los impuestos: NO. Los esfuerzos que habrá que hacer, que serán enormes, deben ponerse en otras manos. A un drogadicto no se le cura regalándole droga, a un padre irresponsable no se le “acomoda” entregándole el presupuesto de la familia; y a este régimen no debe permitírsele más que siga arrasando con todo: NO. Todos debemos seguir los ejemplos valientes de la Iglesia y de los 60 economistas; y denunciar el fracaso y los propósitos de estos comunistas irresponsables y darle un gran “NO” al régimen.
NO permitamos que unos fracasados tengan ningún éxito atemorizándonos hablando del régimen como si fuese indestructible; NO “deseemos” acomodaticiamente que “ojalá suban los ingresos o se consigan créditos externos“, porque hay que “sobrevivir”. Chavistas y no chavistas que alguna vez apoyaron esto están asqueados del régimen y sus burócratas. Gente que desde afuera cobró honorarios y ayudó a que este desastre se instalara ya lo repudia abiertamente y se arrepiente de haberlo alentado. ¡Hasta Cuba abandona el barco! La imparcialidad, decía Fernando Pessoa, es la forma menos noble de ser parcial, porque es la más hipócrita, porque es la única verdaderamente hipócrita. Por todo esto, no dudemos: digamos ¡NO!
Por: Miguel Aponte
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Reviewed by luis
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2/02/2015
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