México, listo para afrontar la devaluación petrolera @bguzqueda #especial
BOLIVIA.- La caída de precios del barril de petróleo afectó, definitivamente, a toda la economía mundial, principalmente a países que tienen negocios en el sector de hidrocarburos (gas, petróleo, electricidad, energía), como México.
En 2014, México redefinió su política energética con un importante paquete de medidas, denominado “Reforma Energética”, que ciertamente pondrá a México a la vanguardia del modelo de negocios de países que atraen inversiones en toda la cadena de explotación energética -exploración, producción, refinamiento, transporte y agregación de valor a la materia prima.
Rompió así con un monopolio estatal que regía en el sector energético desde hace 76 años, abriendo el sector a la participación del capital privado nacional e internacional.
La petrolera estatal mexicana produce cerca de un tercio de los ingresos estatales. Es decir, que el país depende fuertemente de la exportación de hidrocarburos.
No creo que haya una “tormenta mexicana”, como algunos analistas dicen irresponsablemente. México fue muy previsor; aunque también es cierto que este país es, en términos absolutos, el octavo con el mayor endeudamiento en todo el mundo, y varias veces el Fondo Monetario Internacional recomendó una reducción de su deuda.
Contrarrestar la devaluación
La caída de precios afectará internamente a la denominada Recaudación Federal Participable. Vale decir que los estados y municipios tendrán menos dinero.
Sin embargo, los gobernantes han tomado acciones drásticas inmediatamente para evitar que ese bajón de precios les perfore toda su economía: van a reducir en 9.000 millones de dólares (el 0,7% del PIB) el gasto público.
La medida del presidente Peña Nieto es considerada “inédita en la última década” de cara a las elecciones de junio para renovar el poder local (gobernaturas, parlamentos estatales y municipios), teniendo en cuenta que un tercio del ingreso público mexicano procede del petróleo (o de los negocios en hidrocarburos).
El barril mexicano, que estuvo en 102 dólares, ahora ronda los 50 dólares y a nivel global, “tardará mucho en llegar a 100 dólares nuevamente”, según el propio ministro árabe de energía.
Con menos inversiones norteamericanas en Estados Unidos y la desaceleración del crecimiento de China, México tuvo que curar en casa algunas enfermedades propias y actuar con disciplina fiscal para proteger la estabilidad, que estuvo comportándose muy bien hasta ahora.
A favor de la población
No subirán más los impuestos, para no afectar bolsillos de los sensibles ciudadanos que están muy molestos con el tema de Ayotzinapan (jóvenes asesinados). De manera que se ajustarán gastos de la petrolera estatal (PEMEX) y de la poderosa eléctrica (CFE) que se presentaban con nuevo perfil corporativo con la reciente reforma energética.
Quedó archivado, de momento, el tren de alta velocidad México DF-Querétaro que debió ser el más moderno de América Latina (un conjunto de proyectos de trenes de alta velocidad en cerca de 7.500 millones dólares); aunque sigue en pie el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México (inversión de construcción de unos 9.200 millones de dólares).
México tiene una liquidez envidiable: sus reservas internacionales sobrepasan los 193.000 millones de dólares (léanla bien), cifra muy importante y que demuestra que el manejo de las finanzas petroleras mexicanas siempre fue satisfactorio, contrariamente al manejo de la renta petrolera venezolana o de la renta gasífera boliviana.
En el reciente 45 Foro de Davos, el propio director general de la petrolera estatal mexicana, Emilio Lozoya, se mostró convencido de que 2015 será un buen año para la economía de México pese a los bajos precios del barril de petróleo; porque se puede “crecer en tiempos difíciles”. Destacó que a partir de enero pasado, los nuevos recibos de electricidad iban a tener reducciones del 16% en el sector industrial, 8% comercio, 4% en el sector residencial y 2% a nivel popular. “La Reforma Energética posibilita el desarrollo de una industria energética más competitiva y eficiente”, dijo.
Por: BORIS SANTOS GÓMEZ UZQUEDA
@bguzqueda
En 2014, México redefinió su política energética con un importante paquete de medidas, denominado “Reforma Energética”, que ciertamente pondrá a México a la vanguardia del modelo de negocios de países que atraen inversiones en toda la cadena de explotación energética -exploración, producción, refinamiento, transporte y agregación de valor a la materia prima.
Rompió así con un monopolio estatal que regía en el sector energético desde hace 76 años, abriendo el sector a la participación del capital privado nacional e internacional.
La petrolera estatal mexicana produce cerca de un tercio de los ingresos estatales. Es decir, que el país depende fuertemente de la exportación de hidrocarburos.
No creo que haya una “tormenta mexicana”, como algunos analistas dicen irresponsablemente. México fue muy previsor; aunque también es cierto que este país es, en términos absolutos, el octavo con el mayor endeudamiento en todo el mundo, y varias veces el Fondo Monetario Internacional recomendó una reducción de su deuda.
Contrarrestar la devaluación
La caída de precios afectará internamente a la denominada Recaudación Federal Participable. Vale decir que los estados y municipios tendrán menos dinero.
Sin embargo, los gobernantes han tomado acciones drásticas inmediatamente para evitar que ese bajón de precios les perfore toda su economía: van a reducir en 9.000 millones de dólares (el 0,7% del PIB) el gasto público.
La medida del presidente Peña Nieto es considerada “inédita en la última década” de cara a las elecciones de junio para renovar el poder local (gobernaturas, parlamentos estatales y municipios), teniendo en cuenta que un tercio del ingreso público mexicano procede del petróleo (o de los negocios en hidrocarburos).
El barril mexicano, que estuvo en 102 dólares, ahora ronda los 50 dólares y a nivel global, “tardará mucho en llegar a 100 dólares nuevamente”, según el propio ministro árabe de energía.
Con menos inversiones norteamericanas en Estados Unidos y la desaceleración del crecimiento de China, México tuvo que curar en casa algunas enfermedades propias y actuar con disciplina fiscal para proteger la estabilidad, que estuvo comportándose muy bien hasta ahora.
A favor de la población
No subirán más los impuestos, para no afectar bolsillos de los sensibles ciudadanos que están muy molestos con el tema de Ayotzinapan (jóvenes asesinados). De manera que se ajustarán gastos de la petrolera estatal (PEMEX) y de la poderosa eléctrica (CFE) que se presentaban con nuevo perfil corporativo con la reciente reforma energética.
Quedó archivado, de momento, el tren de alta velocidad México DF-Querétaro que debió ser el más moderno de América Latina (un conjunto de proyectos de trenes de alta velocidad en cerca de 7.500 millones dólares); aunque sigue en pie el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México (inversión de construcción de unos 9.200 millones de dólares).
México tiene una liquidez envidiable: sus reservas internacionales sobrepasan los 193.000 millones de dólares (léanla bien), cifra muy importante y que demuestra que el manejo de las finanzas petroleras mexicanas siempre fue satisfactorio, contrariamente al manejo de la renta petrolera venezolana o de la renta gasífera boliviana.
En el reciente 45 Foro de Davos, el propio director general de la petrolera estatal mexicana, Emilio Lozoya, se mostró convencido de que 2015 será un buen año para la economía de México pese a los bajos precios del barril de petróleo; porque se puede “crecer en tiempos difíciles”. Destacó que a partir de enero pasado, los nuevos recibos de electricidad iban a tener reducciones del 16% en el sector industrial, 8% comercio, 4% en el sector residencial y 2% a nivel popular. “La Reforma Energética posibilita el desarrollo de una industria energética más competitiva y eficiente”, dijo.
Por: BORIS SANTOS GÓMEZ UZQUEDA
@bguzqueda
México, listo para afrontar la devaluación petrolera @bguzqueda #especial
Reviewed by Editor PA
on
3/12/2015
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