Poder, petróleo y pobreza #especial
El rentismo petrolero es el principal instrumento político de concentración del poder...
Poder, petróleo y pobreza es el título de mi nuevo libro; título que resume los siete capítulos de la obra: El sistema político venezolano ha sido de alta concentración del poder, el rentismo petrolero se ha usado para reafirmarla y las consecuencias de ambos son la corrupción y la pobreza.
Los instrumentos institucionales para la concentración del poder han sido presidencialismo, estatismo, centralismo, partidismo, populismo y, como esta fórmula inhibe las iniciativas particulares, por falta de inversión privada y de producción, generando desempleo y pobreza, el rentismo petrolero viene al rescate de los gobernantes para que el sistema no se les caiga: les provee de recursos para aliviar las frustraciones y someter políticamente a los pobres y ricos que reciban subsidios.
El rentismo se acentúa a partir del disparo de los precios en 1973. A partir de allí el ingreso se obtiene más por precio que por volumen. Esto significa que se enriquece más al Estado y se empobrece a la población porque ya no se necesita de su trabajo para producir petróleo ni bienes relacionados; se le cambia el trabajo por subsidios. El rentismo acentuado también implicó volatilidad y desequilibrios macroeconómicos que perjudicaron aún más la inversión y el empleo.
El gobierno de Pérez II trató de cambiar todo este andamiaje, del cual él había sido máximo exponente en su desastroso primer gobierno, pero fue ajusticiado por sus colegas porque les estaba destruyendo el negocio.
No creo que haya sido tanto lo que cambió Chávez, sino lo que revirtió las políticas de Pérez II y profundizó el viejo esquema institucional. Por lo tanto, lo que nos dejó fue más concentración de poder, más rentismo petrolero, más corrupción y más pobreza.
El gobierno de Maduro, a pesar de los bajos precios, no autoriza a las empresas mixtas petroleras para aumentar producción y recuperar ingresos. Este absurdo económico resalta la racionalidad política de que el rentismo petrolero es el principal instrumento político de concentración del poder y de generación de pobres que se puedan controlar.
Por: JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL
jagilyepes@gmail.com
Poder, petróleo y pobreza es el título de mi nuevo libro; título que resume los siete capítulos de la obra: El sistema político venezolano ha sido de alta concentración del poder, el rentismo petrolero se ha usado para reafirmarla y las consecuencias de ambos son la corrupción y la pobreza.
Los instrumentos institucionales para la concentración del poder han sido presidencialismo, estatismo, centralismo, partidismo, populismo y, como esta fórmula inhibe las iniciativas particulares, por falta de inversión privada y de producción, generando desempleo y pobreza, el rentismo petrolero viene al rescate de los gobernantes para que el sistema no se les caiga: les provee de recursos para aliviar las frustraciones y someter políticamente a los pobres y ricos que reciban subsidios.
El rentismo se acentúa a partir del disparo de los precios en 1973. A partir de allí el ingreso se obtiene más por precio que por volumen. Esto significa que se enriquece más al Estado y se empobrece a la población porque ya no se necesita de su trabajo para producir petróleo ni bienes relacionados; se le cambia el trabajo por subsidios. El rentismo acentuado también implicó volatilidad y desequilibrios macroeconómicos que perjudicaron aún más la inversión y el empleo.
El gobierno de Pérez II trató de cambiar todo este andamiaje, del cual él había sido máximo exponente en su desastroso primer gobierno, pero fue ajusticiado por sus colegas porque les estaba destruyendo el negocio.
No creo que haya sido tanto lo que cambió Chávez, sino lo que revirtió las políticas de Pérez II y profundizó el viejo esquema institucional. Por lo tanto, lo que nos dejó fue más concentración de poder, más rentismo petrolero, más corrupción y más pobreza.
El gobierno de Maduro, a pesar de los bajos precios, no autoriza a las empresas mixtas petroleras para aumentar producción y recuperar ingresos. Este absurdo económico resalta la racionalidad política de que el rentismo petrolero es el principal instrumento político de concentración del poder y de generación de pobres que se puedan controlar.
Por: JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL
jagilyepes@gmail.com
Poder, petróleo y pobreza #especial
Reviewed by luis
on
7/01/2015
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