¿Es verdad que Turquía le compra petróleo a ISIS como dice Rusia?
Después de sugerir que Turquía derribó un avión ruso para proteger “las vías de suministro de petróleo” desde el autodenominado Estado Islámico, Vladimir Putin dijo que es algo en que está implicado el mismo presidente Recep Tayyip Erdogan y su familia.
Es decir, Putin no sólo considera que Erdogan está implicado en el tráfico de petróleo con el Estado Islámico sino que está dispuesto a provocar una crisis internacional para protegerlo.
No está claro si Putin cree de verdad en esta acusación, pero el sacar el asunto de un posible intercambio entre las agencias del gobierno turco y el Estado Islámico puede darle réditos políticos.
Por un lado, tiene una oportunidad de ganar puntos propagandísticos en su enfrentamiento con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y de alguna manera legitimar los recientes ataques de Rusia a objetivos en partes de Siria que controlan fuerzas rebeldes no relacionadas con Estado Islámico que apoya Turquía.
Acuerdos turbios
El conflicto sirio se ha elevado a una guerra económica en la que están alcanzando acuerdos turbios entre diferentes socios, incluidos grupos que están luchando contra otros en el campo de batalla.
La mayoría de los campos de petróleo que controla Estado Islámico están en el este de Siria.
El contrabando de petróleo y sus productos derivados desde Siria hacia Turquía se ha hecho durante décadas, tanto los contrabandistas como las fuerzas de seguridad se han aprovechado de la diferencia de precio creada por los grandes subsidios que tiene en Siria.
Con el empeoramiento de la guerra civil en Siria el comercio ha evolucionado y en 2014 Estado Islámico se hizo con la mayoría de la producción de crudo y redefinió el negocio en el valle del Éufrates.
Esto supone un tercio de la capacidad de Siria antes del conflicto. La mayoría de lo que queda está bajo el control kurdo.
Hay muchos pasos antes de que el petróleo producido bajo en control de ISIS pueda llegar a un consumidor final.
Es muy probable que empresarios turcos, agentes de aduanas y de inteligencia estén implicados.
Pero en proporción, la escala de todo el comercio es mínima en comparación con la economía energética de Turquía (en la que Rusia tiene un papel dominante) y la mayoría de los participantes están en Siria.
Los beneficios colapsan
A mediados de 2015, los campos de petróleo bajo control de ISIS se estimaban que producían entre 30.000 y 40.000 barriles por día.
La cadena de producción implicaba vender crudo a los comerciantes, que lo transportan a las pequeñas refinerías instaladas en zonas controladas por ISIS.
Muchos sirios no tienen más opción que comprar gasolina tratada en pequeñas refinerías locales.
La producción de gasolina y diésel en estas refinerías eran vendidas en Siria e Irak, con un extra para los traficantes en la frontera, principalmente en Turquía.
La calidad de los productos no era muy buena, pero muchos compradores, en particular aquellos en áreas controladas por rebeldes, no tienen muchas más opciones.
Estado Islámico se beneficia de las ventas, así como de los impuestos recaudados a lo largo de la cadena de producción.
El barril de petróleo vendido a US$20-30 a mediados de 2014 podía terminar en Turquía a un precio más bajo que el mercado mundial a US$100 el barril, dejando pingües beneficios a todos los involucrados.
La coalición liderada por EEUU ha bombardeado yacimientos de petróleo y refinerías en Siria.
Pero para que un comerciante obtenga un beneficio vendiendo productos sirios de baja calidad en Turquía ahora el precio inicial tendría que ser mucho más bajo y esto no necesariamente tiene sentido comercial para ISIS.
Desde mediados de octubre de 2015, el negocio del petróleo de ISIS se ha visto dañado desde que Estados Unidos y Francia comenzaron su ofensiva a aérea contra instalaciones y camiones cisterna.
Por su partes, los kurdos y los rebeldes árabes locales han aprehendido uno de los yacimientos de EI en la sureña provincia de Hassakeh.
Dependencia económica
Turquía depende casi por completo de importaciones para garantizar su consumo de unos 720.000 barriles de petróleo diarios. Una gran parte procede de Rusia.
Putin impuso sanciones contra Turquía por el derribo de caza bombardero SU-24 el pasado 24 de noviembre.
En 2014, Rusia también exportó a Turquía 27 billones de metros cúbicos de gas natural, que representaron el 56 % de su consumo total.
Rusia fue la principal fuente de importaciones de Turquía, ya que además exportó bienes por valor de 25.300 millones de dólares, equivalentes al 10% del total de las importaciones de Turquía.
En este contexto, si las autoridades turcas tuvieran en cuenta el petróleo como un factor al tomar la decisión para derribar el avión militar ruso, hubiera sido una buena razón para disparar.
David Butter es un escritor sobre energía y la política económica de la región de Medio Oriente y Norte de África, y es investigador asociado del instituto de política internacional Chatham House.
Fuente: BBC Mundo
Es decir, Putin no sólo considera que Erdogan está implicado en el tráfico de petróleo con el Estado Islámico sino que está dispuesto a provocar una crisis internacional para protegerlo.
No está claro si Putin cree de verdad en esta acusación, pero el sacar el asunto de un posible intercambio entre las agencias del gobierno turco y el Estado Islámico puede darle réditos políticos.
Por un lado, tiene una oportunidad de ganar puntos propagandísticos en su enfrentamiento con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y de alguna manera legitimar los recientes ataques de Rusia a objetivos en partes de Siria que controlan fuerzas rebeldes no relacionadas con Estado Islámico que apoya Turquía.
Acuerdos turbios
El conflicto sirio se ha elevado a una guerra económica en la que están alcanzando acuerdos turbios entre diferentes socios, incluidos grupos que están luchando contra otros en el campo de batalla.
La mayoría de los campos de petróleo que controla Estado Islámico están en el este de Siria.
El contrabando de petróleo y sus productos derivados desde Siria hacia Turquía se ha hecho durante décadas, tanto los contrabandistas como las fuerzas de seguridad se han aprovechado de la diferencia de precio creada por los grandes subsidios que tiene en Siria.
Con el empeoramiento de la guerra civil en Siria el comercio ha evolucionado y en 2014 Estado Islámico se hizo con la mayoría de la producción de crudo y redefinió el negocio en el valle del Éufrates.
Esto supone un tercio de la capacidad de Siria antes del conflicto. La mayoría de lo que queda está bajo el control kurdo.
Hay muchos pasos antes de que el petróleo producido bajo en control de ISIS pueda llegar a un consumidor final.
Es muy probable que empresarios turcos, agentes de aduanas y de inteligencia estén implicados.
Pero en proporción, la escala de todo el comercio es mínima en comparación con la economía energética de Turquía (en la que Rusia tiene un papel dominante) y la mayoría de los participantes están en Siria.
Los beneficios colapsan
A mediados de 2015, los campos de petróleo bajo control de ISIS se estimaban que producían entre 30.000 y 40.000 barriles por día.
La cadena de producción implicaba vender crudo a los comerciantes, que lo transportan a las pequeñas refinerías instaladas en zonas controladas por ISIS.
Muchos sirios no tienen más opción que comprar gasolina tratada en pequeñas refinerías locales.
La producción de gasolina y diésel en estas refinerías eran vendidas en Siria e Irak, con un extra para los traficantes en la frontera, principalmente en Turquía.
La calidad de los productos no era muy buena, pero muchos compradores, en particular aquellos en áreas controladas por rebeldes, no tienen muchas más opciones.
Estado Islámico se beneficia de las ventas, así como de los impuestos recaudados a lo largo de la cadena de producción.
El barril de petróleo vendido a US$20-30 a mediados de 2014 podía terminar en Turquía a un precio más bajo que el mercado mundial a US$100 el barril, dejando pingües beneficios a todos los involucrados.
La coalición liderada por EEUU ha bombardeado yacimientos de petróleo y refinerías en Siria.
Pero para que un comerciante obtenga un beneficio vendiendo productos sirios de baja calidad en Turquía ahora el precio inicial tendría que ser mucho más bajo y esto no necesariamente tiene sentido comercial para ISIS.
Desde mediados de octubre de 2015, el negocio del petróleo de ISIS se ha visto dañado desde que Estados Unidos y Francia comenzaron su ofensiva a aérea contra instalaciones y camiones cisterna.
Por su partes, los kurdos y los rebeldes árabes locales han aprehendido uno de los yacimientos de EI en la sureña provincia de Hassakeh.
Dependencia económica
Turquía depende casi por completo de importaciones para garantizar su consumo de unos 720.000 barriles de petróleo diarios. Una gran parte procede de Rusia.
Putin impuso sanciones contra Turquía por el derribo de caza bombardero SU-24 el pasado 24 de noviembre.
En 2014, Rusia también exportó a Turquía 27 billones de metros cúbicos de gas natural, que representaron el 56 % de su consumo total.
Rusia fue la principal fuente de importaciones de Turquía, ya que además exportó bienes por valor de 25.300 millones de dólares, equivalentes al 10% del total de las importaciones de Turquía.
En este contexto, si las autoridades turcas tuvieran en cuenta el petróleo como un factor al tomar la decisión para derribar el avión militar ruso, hubiera sido una buena razón para disparar.
David Butter es un escritor sobre energía y la política económica de la región de Medio Oriente y Norte de África, y es investigador asociado del instituto de política internacional Chatham House.
Fuente: BBC Mundo
¿Es verdad que Turquía le compra petróleo a ISIS como dice Rusia?
Reviewed by Anónimo
on
12/03/2015
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