El veneno escondido en la caída de los precios del petróleo

La brusca caída de los precios del petróleo en este inicio de año, con el barril de Brent por debajo de 35 dólares por primera vez en 11 años, ha situado a la materia prima, con permiso de China, como epicentro de las turbulencias en los mercados globales. "Estamos viendo muchas más correlaciones concatenadas del precio del crudo que por lo que estrictamente está pasando en China", explica Roberto Ruiz-Scholtes, responsable de UBS Wealth Managent en España. Así que cuidado. Los efectos negativos de la caída de los precios empiezan a pesar más que los positivos.

En los últimos días, el descenso en los precios del crudo ha venido marcado por la ruptura de relaciones entre Arabia Saudí, principal productor mundial, e Irán. Los expertos de UBS vaticinan que el crudo se irá estabilizando hasta los 40 dólares, para terminar el año en el entorno de los 63 dólares.

Aún así, son conscientes de que el motor fundamental de los mercados en el último mes está siendo más el petróleo que el dólar. "Estamos llegando a un punto en el que los efectos negativos de un precio del petróleo tan barato empiezan a superar a los efectos positivos, como el abaratamiento de las importaciones o la mayor renta disponible", indica Ruiz-Scholtes.

A su juicio, estos precios están poniendo en riesgo la viabilidad financiera de las petroleras, "sobre todo las de menor calidad crediticia o las que más están ligadas al fracking, y eso ha disparado los diferenciales crediticios en EEUU, especialmente en high yield, que como es una clase de activo que se mueve por fondos y certifdicados, cuando los inversores se preocupan acaban vendiendo todo".

El efecto dominó es imparable. Esta situación se contagia al high yield europeo e incluso los bonos corporativos de mejor calidad. "Esto ha incrementado a su vez el coste de capital, la tasa de descuento que hay que aplicar a los beneficios futuros, comprimiendo los múltiplos", indica el experto.

La otra derivada que se observa de la caída de los precios de las materias primas, es sobre los países emergentes exportadores. "Para nosotros, el eslabón más frágil de la economía mundial no es China, sino Brasil", indica el experto.

Según explica, los precios bajos del petróleo también está provocando que el mercado esté volviendo a posponer subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, con lo que se inicia una nueva espiral en la que el dólar no se fortalece, lo que quita impulso a las Bolsas (sobre todo de Europa y Japón), "y deprime las curvas de tipos de interés, lo que a su vez pone presión sobre los márgenes bancarios".

¿Qué pasa con la inflación?

Es evidente que los bajos precios del crudo también están dificultando, y mucho, el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de acercar los precios al 2% establecido. De hecho, el fantasma de la deflación reaparece cada cierto tiempo en el mercado. Tal y como explica Dominic Rossi, Director Mundial de renta variable en Fidelity International, "los mercados globales de renta variable se encuentran ahora batallando la tercera ola de deflación desde 2008. En esta ocasión, el epicentro no se encuentra en el mundo desarrollado ni en el sistema financiero, sino en el mundo en desarrollo y el sector manufacturero global, donde la asignación de capital ha sido pobre y el exceso de capacidad es moneda corriente".

A su juicio, la crisis en los mercados de divisas emergentes lleva 18 meses sacando a la luz estos problemas, y el catalizador en estos momentos es el yuan chino, que se encuentra en un proceso necesario de reajuste. "Un yuan más bajo desinflará la demanda de materias primas y bienes en general. Un ajuste adicional a la baja para ajustarse al output mundial potencial es ahora inevitable".

Para Rossi, las presiones inflacionistas serán por tanto mínimas o ni siquiera existirán en los próximos meses. "El BCE y el Banco de Japón tendrán un amplio margen para continuar con sus políticas monetarias ultra acomodaticias, mientras la presión sobre la Reserva Federal para subir de nuevo los tipos de interés en Estados Unidos seguramente menguará".

Es cierto que los bajos niveles de inflación durante un período transitorio tienen claros efectos positivos. Pero en un periodo prolongado pueden suponer una seria amenaza. Desde el Departamento de Análisis de Bankinter explican las implicaciones para la economía y las estrategias de inversión:

1. Restringe el consumo y la inversión: no solo el consumo a pie de calle sino que también se frena la inversión en formación de capital fijo. Un empresario preferirá distribuir dividendos en lugar de aumentar las inversiones si prevé que a corto plazo sus productos no van a poder venderse más caros.

2. Aumenta la carga de la deuda: la inflación (moderada) ayuda incrementar los ingresos de empresas y familias y ayuda a reducir el exceso de apalancamiento tanto del sector privado como público puesto que el valor nominal de la deuda permanece constante en el tiempo.

3. Rigidez en el mercado laboral: en un contexto deflacionario donde los salarios nominales se mantienen estables pero los márgenes no crecen tienen un efecto negativo en los niveles de empleo. Con una inflación siempre moderada, si se congelan los salarios nominales se traduce en una bajada del salario real lo que implica una flexibilidad en el control de costes.

4. La política monetaria tradicional es menos efectiva: la medida más utilizada por los bancos centrales para reactivar la economía ha sido la reducción de tipos de interés. En una economía con una inflación anual en +2%, si el banco central sitúa el tipo director en el 0%, el tipo de interés real (equivalente al tipo nominal menos la inflación) se situaría en el -2%, lo que contribuiría a estimular el consumo y la inversión frente al ahorro. Por el contrario, un escenario sin inflación implica un doble factor de riesgo: por un lado, si los tipos reales no pueden caer lo suficiente como para reactivar la demanda y subir los precios, la demanda agregada se contraerá aún más, por lo que la espiral de deflación se retroalimentará. Por otro, conseguir tipos reales muy bajos ha exigido situar los tipos nominales en unos niveles tan reducidos (0,25% / 0,50% en EEUU y 0,50% en Reino Unido) que ya no se corresponden con una coyuntura de recuperación, por lo que los bancos centrales podrían no disponer de la rebaja de tipos como medida de emergencia ante una próxima recesión.

Fuente: Clara Alba
El veneno escondido en la caída de los precios del petróleo El veneno escondido en la caída de los precios del petróleo Reviewed by Anónimo on 1/11/2016 Rating: 5

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