La crisis del sector hidrocarburos y los otros damnificados #especial
Ya está ampliamente explicado e identificado las dimensiones y los efectos que ha tenido para la economía del país, la alta dependencia del sector hidrocarburos; la actual situación que sufre el sector con la baja ostensible en los precios del crudo, ha abierto todo un debate sobre la necesidad de una nueva reforma tributaria estructural, como lo ha titulado la comisión de expertos. El alza en el precio de la divisa y otros vientos de cola como el incremento en las tasas de interés, desde luego están impactando negativamente los niveles de consumo y aún más, la producción del país y de Latinoamérica.
Pero estos no son los únicos efectos, también surgen otros damnificados que en ocasiones se vuelven invisibles por los mecanismos que tiene definidos el Dane para medir y presentar sus estadísticas de orden nacional; un ejemplo claro de los otros damnificados de los que nadie habla y que se diluyen volviéndose invisibles, son los desempleos generados por el de sector hidrocarburos tanto en mano de obra, como en capital humano, no contemplando la existencia de un indicador diferencial para presentar el número de cesantes por perfil que deja la disminución de los precios del sector.
La primera razón que no permite identificar la baja en términos de puestos de trabajo del sector petrolero consiste en que habitualmente el Dane mide el comportamiento de la tasa de desempleo en solo 13 ciudades del país y en coincidencia, en muy pocas de esas regiones donde se efectúa la medición, no se encuentra concentrada la producción petrolera de Colombia, por tanto es poco probable que hayan sido identificados.
Otro aspecto que preocupa es el alto grado de especialización producto de la vinculación laboral a la industria, específicamente al sector hidrocarburos; grupos de ingenieros y operarios que difícilmente y ante la actual coyuntura del precio del crudo, no podrán volverse a vincular a esta fuente de empleo que durante más de una década fue un atractivo empleador y difícilmente podrán ingresar a sector productivo dado su alto grado de especialización laboral; sin olvidar los contratistas y proveedores que mantenían una alta dependencia de sus unidades de negocio asociadas al mismo.
También se ve comprometido el desarrollo económico de las regiones productoras que habían asociado su prosperidad al sector petrolero como los llanos orientales, estas hoy presentan decrecimiento financiero y déficit social, el ejemplo más tangible es la disminución en el valor de los activos y los bajos recaudos por regalías e impuestos que impiden las inversiones estructurales y sociales propias para avanzar al desarrollo.
Así entonces, los damnificados somos todos; los primeros somos los colombianos, con una poca oferta de empleo se disminuye el consumo, una ecuación básica que entiende el mercado, pero también leves ganancias de otras épocas obtenidas por el Estado se van a ver impactadas negativamente, es muy probable que aumente la tasa de autoempleo en las regiones no capitales, desde luego los indicadores de informalidad laboral se mantendrán al alza, los índices de desigualdad y equidad seguirán creciendo. En últimas, pierde el país región, ya que la llegada de Colombia a la mesa de los países ricos como lo plantea Ocde, ante esta crisis se va a retrasar y desde luego nos va a afectar a todos.
JULIÁN RICARDO RODRÍGUEZ SOTO
Profesor universitario: Julianricar_80@yahoo.es
Fuente: elnuevodia.com.co
Pero estos no son los únicos efectos, también surgen otros damnificados que en ocasiones se vuelven invisibles por los mecanismos que tiene definidos el Dane para medir y presentar sus estadísticas de orden nacional; un ejemplo claro de los otros damnificados de los que nadie habla y que se diluyen volviéndose invisibles, son los desempleos generados por el de sector hidrocarburos tanto en mano de obra, como en capital humano, no contemplando la existencia de un indicador diferencial para presentar el número de cesantes por perfil que deja la disminución de los precios del sector.
La primera razón que no permite identificar la baja en términos de puestos de trabajo del sector petrolero consiste en que habitualmente el Dane mide el comportamiento de la tasa de desempleo en solo 13 ciudades del país y en coincidencia, en muy pocas de esas regiones donde se efectúa la medición, no se encuentra concentrada la producción petrolera de Colombia, por tanto es poco probable que hayan sido identificados.
Otro aspecto que preocupa es el alto grado de especialización producto de la vinculación laboral a la industria, específicamente al sector hidrocarburos; grupos de ingenieros y operarios que difícilmente y ante la actual coyuntura del precio del crudo, no podrán volverse a vincular a esta fuente de empleo que durante más de una década fue un atractivo empleador y difícilmente podrán ingresar a sector productivo dado su alto grado de especialización laboral; sin olvidar los contratistas y proveedores que mantenían una alta dependencia de sus unidades de negocio asociadas al mismo.
También se ve comprometido el desarrollo económico de las regiones productoras que habían asociado su prosperidad al sector petrolero como los llanos orientales, estas hoy presentan decrecimiento financiero y déficit social, el ejemplo más tangible es la disminución en el valor de los activos y los bajos recaudos por regalías e impuestos que impiden las inversiones estructurales y sociales propias para avanzar al desarrollo.
Así entonces, los damnificados somos todos; los primeros somos los colombianos, con una poca oferta de empleo se disminuye el consumo, una ecuación básica que entiende el mercado, pero también leves ganancias de otras épocas obtenidas por el Estado se van a ver impactadas negativamente, es muy probable que aumente la tasa de autoempleo en las regiones no capitales, desde luego los indicadores de informalidad laboral se mantendrán al alza, los índices de desigualdad y equidad seguirán creciendo. En últimas, pierde el país región, ya que la llegada de Colombia a la mesa de los países ricos como lo plantea Ocde, ante esta crisis se va a retrasar y desde luego nos va a afectar a todos.
JULIÁN RICARDO RODRÍGUEZ SOTO
Profesor universitario: Julianricar_80@yahoo.es
Fuente: elnuevodia.com.co
La crisis del sector hidrocarburos y los otros damnificados #especial
Reviewed by luis
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2/07/2016
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