Trabajadores del sector petrolero no descartan salir del país en busca de empleo.
Según la cuarta encuesta anual de Hays, el 91% de los empleados lo piensan.
La migración laboral, la contemplación de reducir su sueldo y la búsqueda de puestos de trabajo en otros sectores son algunas de las conclusiones de un informe hecho en las principales regiones productoras del mundo.
Mucho se ha hablado del comportamiento del precio del petróleo a nivel internacional — afectado por la reducción de la demanda de China y el aumento de la producción de Estados Unidos por medio del fracking— y de los recortes de presupuesto de las operadoras. Algunas han llegado al punto de no repartir los dividendos. Medidas extremas para sobrevivir.
Sin embargo, la percepción que tienen los trabajadores de esa industria y la forma cómo están sorteando la crisis no es un tema de poca monta. La firma consultora ‘Hays’ completa su cuarto año tomándose el trabajo de preguntarles a ingenieros, geólogos y profesionales, vinculados con el sector de hidrocarburos, sobre las perspectivas particulares de este fragmento importante de la economía mundial.
Esta oportunidad es particular porque la cotización de este commoditie ha caído más de la mitad y las operadoras tienen la responsabilidad de maniobrar para evitar despidos masivos. En ese contexto la consultora global habló con más de 28 mil trabajadores de las principales regiones petroleras del mundo. La migración laboral, la contemplación de reducir las prestaciones y la búsqueda de puestos de trabajo en otros sectores son algunas de las conclusiones del informe.
“Los empleadores están siendo creativos con los planes de compensación y beneficios para tratar de evitar más recortes de personal. Los trabajadores están haciendo lo posible para ser flexible en los sueldos. Por ejemplo, el 51% de los encuestados dijeron que considerarían un recorte de sueldo para conservar su trabajo actual”, señala uno de los apartes del documento.
Y es que ninguna región del planeta se ha salvado, todas, con sus dificultades, han tenido que enfrentar importantes desafíos. Mientras el Reino Unido verá cómo las inversiones se reducirán hasta en 4 mil millones de libras en 2017, Rusia está en medio de una recesión generada por el desplome del crudo, su principal producto de importación (Vea: los planes de Putin para solucionar la crisis económica).
En América Latina no es distinto: los líos de corrupción de Petrobras, en Brasil, sumado al fracaso de las rondas petroleras— de 266 bloques en tierra y mar solamente adjudicó 37 y no precisamente a gigantes como Statoil, Shell y Total, que antes habían manifestado gran interés en el país vecino— van mostrando una realidad a la que es difícil hallarle matices. Venezuela, aunque uno de los mayores del mundo, tiene una economía sacudida por el aumento sostenido de los precios de todo tipo de productos.
Pese a que ya se han reducido, los ataques de los grupos insurgentes contra la infraestructura petrolera siguen estando en los principales análisis sobre la actividad en Colombia, o por lo menos eso es lo que destaca Hays, mientras que la llegada de Macri a la Casa Rosada es un buen anuncio para la explotación de esquistos en la frontera occidental entre Argentina y Chile, una de las fuentes más importantes de no convencionales fuera de Estados Unidos.
Así las cosas, no ha quedado otra opción que mantener los puestos que son absolutamente necesarios. “No es sorprendente que el 40% de los encuestados dijera que su carga de trabajo se ha visto afectada negativamente por la reducción de la plantilla. La retención no puede estar en la parte superior de la agenda para la contratación de gerentes, sin embargo, los empleadores no pueden permitirse el lujo de perder trabajadores esenciales”, advierte el documento, que además llama a las operadoras a tener un plan de sucesión que no tiene por qué ser costoso en el largo plazo.
Los ajustes salariales, sin embargo, no se han salvado. Los datos de Hays dan cuenta de una disminución salarial media global del 1,4% desde el salario promedio de Estados Unidos, que rondó los US$82.141 en 2015. Entre tanto, la tarifa diaria de un contratista a nivel mundial fue de US$525, cifra con la que, aprovechando, se puede cuestionar que CB&I, la firma que construyó la nueva refinería de Cartagena, haya pagado un monto similar por ahora, según advirtió la Contraloría colombiana.
¿Huir o morir?
La falta de opciones laborales ha sido un acelerador para que trabajadores de la industria estén buscando empleo en latitudes distintas. Esta no es una situación por la que solamente estén atravesando los colombianos, es un fenómeno internacional.
Silvana Vergel, Senior Manager y vocera para temas de petróleo y gas de Hays, aseguró que “en una situación tan compleja con tanta oferta de candidatos la gente busca, pero cuando las alternativas escasean pues se van a buscar los proyectos en medio oriente. Hace cinco años tuvimos una fuga de cerebros porque había buenos cargos y el aprendizaje es enorme. Hoy la oferta al medio oriente se han reducido”, aunque sigue siendo un mercado clave en el sector.
El director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleo (Acipet), Juan Carlos Rodríguez, en cambio, considera que “este es un problema global, pretender que la solución está fuera del país no es una alternativa lógica. Las oportunidades se pueden dar en porque nosotros tenemos capital humano muy capacitado, no estoy de acuerdo en que los profesionales estén pensando en irse del país”.
Vergel agregó que “las carrera más afectada es ingenierías de petróleo, porque su campo de acción es mucho más limitado, mientras que las carreras como administración de empresas o derecho no tienen la misma dificultad porque funcionan en otras empresas”.
El efecto de largo plazo, afirma el estudio, puede ser la reducción de los jóvenes interesados en estudiar carreras afines con el sector de hidrocarburos. El reto, entonces, no es solamente sobrevivir sino tener con quien seguir cuando se supere la crisis.
fuente: Óscar Güesguán Serpa
La migración laboral, la contemplación de reducir su sueldo y la búsqueda de puestos de trabajo en otros sectores son algunas de las conclusiones de un informe hecho en las principales regiones productoras del mundo.
Mucho se ha hablado del comportamiento del precio del petróleo a nivel internacional — afectado por la reducción de la demanda de China y el aumento de la producción de Estados Unidos por medio del fracking— y de los recortes de presupuesto de las operadoras. Algunas han llegado al punto de no repartir los dividendos. Medidas extremas para sobrevivir.
Sin embargo, la percepción que tienen los trabajadores de esa industria y la forma cómo están sorteando la crisis no es un tema de poca monta. La firma consultora ‘Hays’ completa su cuarto año tomándose el trabajo de preguntarles a ingenieros, geólogos y profesionales, vinculados con el sector de hidrocarburos, sobre las perspectivas particulares de este fragmento importante de la economía mundial.
Esta oportunidad es particular porque la cotización de este commoditie ha caído más de la mitad y las operadoras tienen la responsabilidad de maniobrar para evitar despidos masivos. En ese contexto la consultora global habló con más de 28 mil trabajadores de las principales regiones petroleras del mundo. La migración laboral, la contemplación de reducir las prestaciones y la búsqueda de puestos de trabajo en otros sectores son algunas de las conclusiones del informe.
“Los empleadores están siendo creativos con los planes de compensación y beneficios para tratar de evitar más recortes de personal. Los trabajadores están haciendo lo posible para ser flexible en los sueldos. Por ejemplo, el 51% de los encuestados dijeron que considerarían un recorte de sueldo para conservar su trabajo actual”, señala uno de los apartes del documento.
Y es que ninguna región del planeta se ha salvado, todas, con sus dificultades, han tenido que enfrentar importantes desafíos. Mientras el Reino Unido verá cómo las inversiones se reducirán hasta en 4 mil millones de libras en 2017, Rusia está en medio de una recesión generada por el desplome del crudo, su principal producto de importación (Vea: los planes de Putin para solucionar la crisis económica).
En América Latina no es distinto: los líos de corrupción de Petrobras, en Brasil, sumado al fracaso de las rondas petroleras— de 266 bloques en tierra y mar solamente adjudicó 37 y no precisamente a gigantes como Statoil, Shell y Total, que antes habían manifestado gran interés en el país vecino— van mostrando una realidad a la que es difícil hallarle matices. Venezuela, aunque uno de los mayores del mundo, tiene una economía sacudida por el aumento sostenido de los precios de todo tipo de productos.
Pese a que ya se han reducido, los ataques de los grupos insurgentes contra la infraestructura petrolera siguen estando en los principales análisis sobre la actividad en Colombia, o por lo menos eso es lo que destaca Hays, mientras que la llegada de Macri a la Casa Rosada es un buen anuncio para la explotación de esquistos en la frontera occidental entre Argentina y Chile, una de las fuentes más importantes de no convencionales fuera de Estados Unidos.
Así las cosas, no ha quedado otra opción que mantener los puestos que son absolutamente necesarios. “No es sorprendente que el 40% de los encuestados dijera que su carga de trabajo se ha visto afectada negativamente por la reducción de la plantilla. La retención no puede estar en la parte superior de la agenda para la contratación de gerentes, sin embargo, los empleadores no pueden permitirse el lujo de perder trabajadores esenciales”, advierte el documento, que además llama a las operadoras a tener un plan de sucesión que no tiene por qué ser costoso en el largo plazo.
Los ajustes salariales, sin embargo, no se han salvado. Los datos de Hays dan cuenta de una disminución salarial media global del 1,4% desde el salario promedio de Estados Unidos, que rondó los US$82.141 en 2015. Entre tanto, la tarifa diaria de un contratista a nivel mundial fue de US$525, cifra con la que, aprovechando, se puede cuestionar que CB&I, la firma que construyó la nueva refinería de Cartagena, haya pagado un monto similar por ahora, según advirtió la Contraloría colombiana.
¿Huir o morir?
La falta de opciones laborales ha sido un acelerador para que trabajadores de la industria estén buscando empleo en latitudes distintas. Esta no es una situación por la que solamente estén atravesando los colombianos, es un fenómeno internacional.
Silvana Vergel, Senior Manager y vocera para temas de petróleo y gas de Hays, aseguró que “en una situación tan compleja con tanta oferta de candidatos la gente busca, pero cuando las alternativas escasean pues se van a buscar los proyectos en medio oriente. Hace cinco años tuvimos una fuga de cerebros porque había buenos cargos y el aprendizaje es enorme. Hoy la oferta al medio oriente se han reducido”, aunque sigue siendo un mercado clave en el sector.
El director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleo (Acipet), Juan Carlos Rodríguez, en cambio, considera que “este es un problema global, pretender que la solución está fuera del país no es una alternativa lógica. Las oportunidades se pueden dar en porque nosotros tenemos capital humano muy capacitado, no estoy de acuerdo en que los profesionales estén pensando en irse del país”.
Vergel agregó que “las carrera más afectada es ingenierías de petróleo, porque su campo de acción es mucho más limitado, mientras que las carreras como administración de empresas o derecho no tienen la misma dificultad porque funcionan en otras empresas”.
El efecto de largo plazo, afirma el estudio, puede ser la reducción de los jóvenes interesados en estudiar carreras afines con el sector de hidrocarburos. El reto, entonces, no es solamente sobrevivir sino tener con quien seguir cuando se supere la crisis.
fuente: Óscar Güesguán Serpa
Trabajadores del sector petrolero no descartan salir del país en busca de empleo.
Reviewed by Anónimo
on
2/09/2016
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