Crisis del petróleo ya afecta a mercados financieros globales
Si bien los países dependientes de la renta petrolera recibieron el bajón del petróleo como una mala noticia, algunos expertos asumieron que en realidad los efectos económicos en conjunto serían positivos: reducían la inflación, los bancos centrales podían relajar la política monetaria, y se favorecería a los consumidores que viven al día.
Pero parece no ser el caso. Según el economista Alejandro Nadal, “existe una relación estrecha entre el derrumbe en los precios del petróleo y el colapso y volatilidad extrema en los principales mercados financieros”.
Como ejemplo, afirma que “en lo que va de este año las pérdidas acumuladas en Wall Street ascienden a más de 1,6 millones de millones de dólares”.
Por su parte, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, señala que “una caída de 10 o 20 por ciento en el precio podría operar en la forma convencional”, o sea generando los beneficios económicos antiinflacionarios mencionados anteriormente.
Pero una caída de 70 por ciento “tiene efectos verdaderamente drásticos sobre los productores; se vuelven más propensos, no menos, a tener limitaciones de liquidez como los consumidores”.
“Caídas verdaderamente grandes ponen en movimiento un proceso de desapalancamiento forzado entre los productores que puede ser un lastre significativo para la economía mundial, especialmente cuando todo el mundo desarrollado sigue estando en (o cerca de) una trampa de liquidez”, agrega Krugman.
En este escenario, los países dependientes de la renta petrolera pueden verse forzados o tentados a instituir “severas políticas de austeridad”, lo que según economistas heterodoxos, profundiza las crisis económicas en vez de aliviarlas.
Algunas causas
Según Nadal, los “inversionistas han comenzado a deshacerse de acciones y títulos financieros (relacionados con los commodities) con el fin de reducir el perfil de riesgo de su cartera total. Eso ha afectado el sentimiento del mercado y ha intensificado la tendencia a vender en corto”.
Así, desde el punto de vista de estos inversionistas, la caída del precio petrolero “es un muy mal presagio de que la economía mundial seguirá empantanada en un entorno recesivo por varios años”.
Y es que, dice el experto, “el precio del crudo es el soporte del valor de muchos bonos y créditos corporativos. Su desplome anuncia una cascada de deudas que no podrán ser pagadas, lo que llevará a la quiebra a muchos fondos y bancos. La cartera vencida de compañías petroleras podría superar el volumen de los años 80, cuando la caída del precio del petróleo ayudó a precipitar la crisis mundial”.
La pregunta ¿se viene otro salvataje a la banca?
Mikel Noval, responsable del Gabinete de Estudios del sindicato ELA (Euskal Langileen Alkartasuna – Solidaridad de los Trabajadores Vascos), coincide en que este panorama puede generar una nueva crisis bancaria, pero teme por el tipo de políticas que los gobiernos europeos aplican en estos, porque sólo tratan de “salvar la Banca”.
Y es que los gobiernos de la Unión Europea (UE) y sus instituciones insisten en la necesidad de seguir aplicando políticas de ajuste y reformas estructurales (recorte de los derechos laborales y sociales, recorte del gasto público, privatización de servicios públicos, entre otros).
Los antecedentes de estas políticas: mientras la población sufría el ajuste, de 2008 a 2012 (últimos datos oficiales disponibles) los gobiernos de la UE destinaron 413.196 millones de euros a recapitalizar bancos o a rescatar sus activos deteriorados, además de 3,37 billones de euros (millones de millones) destinados a garantías y otras medidas de liquidez con las que se ha beneficiado a la banca.
De igual manera, el Banco Central Europeo ofrece a la banca diversas vías de financiación a bajo coste, cantidades que se han más que duplicado desde 2008, hasta alcanzar un saldo de casi 1,4 billones de euros en 2015.
De confirmarse una nueva crisis bancaria y recesión, “sería inaceptable que las políticas que se quisiesen aplicar volviesen a ser las mismas que hemos sufrido en los últimos años”, pues sólo generarían “más paro y más pobreza, y una enorme acumulación de capital en muy pocas manos que hará crecer las desigualdades. Todo ello desde un punto de partida peor que el que existía en 2008. Sin embargo, todo hace pensar que esa sería la opción de los actuales poderes económicos, financieros y políticos”, advierte Noval.
Fuente: ALEJANDRO ZEGADA/EL PAÍS eN
Pero parece no ser el caso. Según el economista Alejandro Nadal, “existe una relación estrecha entre el derrumbe en los precios del petróleo y el colapso y volatilidad extrema en los principales mercados financieros”.
Como ejemplo, afirma que “en lo que va de este año las pérdidas acumuladas en Wall Street ascienden a más de 1,6 millones de millones de dólares”.
Por su parte, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, señala que “una caída de 10 o 20 por ciento en el precio podría operar en la forma convencional”, o sea generando los beneficios económicos antiinflacionarios mencionados anteriormente.
Pero una caída de 70 por ciento “tiene efectos verdaderamente drásticos sobre los productores; se vuelven más propensos, no menos, a tener limitaciones de liquidez como los consumidores”.
“Caídas verdaderamente grandes ponen en movimiento un proceso de desapalancamiento forzado entre los productores que puede ser un lastre significativo para la economía mundial, especialmente cuando todo el mundo desarrollado sigue estando en (o cerca de) una trampa de liquidez”, agrega Krugman.
En este escenario, los países dependientes de la renta petrolera pueden verse forzados o tentados a instituir “severas políticas de austeridad”, lo que según economistas heterodoxos, profundiza las crisis económicas en vez de aliviarlas.
Algunas causas
Según Nadal, los “inversionistas han comenzado a deshacerse de acciones y títulos financieros (relacionados con los commodities) con el fin de reducir el perfil de riesgo de su cartera total. Eso ha afectado el sentimiento del mercado y ha intensificado la tendencia a vender en corto”.
Así, desde el punto de vista de estos inversionistas, la caída del precio petrolero “es un muy mal presagio de que la economía mundial seguirá empantanada en un entorno recesivo por varios años”.
Y es que, dice el experto, “el precio del crudo es el soporte del valor de muchos bonos y créditos corporativos. Su desplome anuncia una cascada de deudas que no podrán ser pagadas, lo que llevará a la quiebra a muchos fondos y bancos. La cartera vencida de compañías petroleras podría superar el volumen de los años 80, cuando la caída del precio del petróleo ayudó a precipitar la crisis mundial”.
La pregunta ¿se viene otro salvataje a la banca?
Mikel Noval, responsable del Gabinete de Estudios del sindicato ELA (Euskal Langileen Alkartasuna – Solidaridad de los Trabajadores Vascos), coincide en que este panorama puede generar una nueva crisis bancaria, pero teme por el tipo de políticas que los gobiernos europeos aplican en estos, porque sólo tratan de “salvar la Banca”.
Y es que los gobiernos de la Unión Europea (UE) y sus instituciones insisten en la necesidad de seguir aplicando políticas de ajuste y reformas estructurales (recorte de los derechos laborales y sociales, recorte del gasto público, privatización de servicios públicos, entre otros).
Los antecedentes de estas políticas: mientras la población sufría el ajuste, de 2008 a 2012 (últimos datos oficiales disponibles) los gobiernos de la UE destinaron 413.196 millones de euros a recapitalizar bancos o a rescatar sus activos deteriorados, además de 3,37 billones de euros (millones de millones) destinados a garantías y otras medidas de liquidez con las que se ha beneficiado a la banca.
De igual manera, el Banco Central Europeo ofrece a la banca diversas vías de financiación a bajo coste, cantidades que se han más que duplicado desde 2008, hasta alcanzar un saldo de casi 1,4 billones de euros en 2015.
De confirmarse una nueva crisis bancaria y recesión, “sería inaceptable que las políticas que se quisiesen aplicar volviesen a ser las mismas que hemos sufrido en los últimos años”, pues sólo generarían “más paro y más pobreza, y una enorme acumulación de capital en muy pocas manos que hará crecer las desigualdades. Todo ello desde un punto de partida peor que el que existía en 2008. Sin embargo, todo hace pensar que esa sería la opción de los actuales poderes económicos, financieros y políticos”, advierte Noval.
Fuente: ALEJANDRO ZEGADA/EL PAÍS eN
Crisis del petróleo ya afecta a mercados financieros globales
Reviewed by Anónimo
on
3/20/2016
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