Macri heredó una deuda de US$ 250 millones con Venezuela
Son saldos impagos por la importación de combustible que refinanció el kirchnerismo; el Estado dejó de comprarle energía al país caribeño.
Aunque el presidente Mauricio Macri comenzó a alejarse de su par venezolano, Nicolás Maduro, casi en el mismo momento en que llegó a la Casa Rosada, estará obligado a mantener un vínculo con el país caribeño al menos en lo que resta del año debido a un legado silencioso, millonario y polémico que heredó de su antecesora Cristina Kirchner.
Fuentes oficiales confirmaron a LA NACION que el país le debe a Venezuela US$ 247.000 millones por las compras de fueloil y, en menor medida, de gasoil, que se hicieron hasta 2013 para quemarlo en las generadoras térmicas locales en lugar del gas natural, un insumo de mejor rendimiento técnico y más amistoso con el medio ambiente cuya producción comenzó a caer a partir de 2004.
Aunque la importación de combustibles para las centrales eléctricas despertó una de las mayores polémicas del kirchnerismo, la administración actual será la encargada de saldar las cuentas debido a un plan de pagos que se acordó durante la gestión de Cristina Kirchner.
A mediados de la década pasada, la proliferación de la crisis energética llevó al presidente Néstor Kirchner y a su ministro de Planificación, Julio De Vido, a cerrar un acuerdo comercial con Hugo Chávez. Aprovecharon de esa manera dos características sobresalientes: el país caribeño contaba por aquellos días con una oferta energética prolífica y el líder bolivariano había trabado una amistad personal con Kirchner. El convenio contemplaba la creación de un fideicomiso en el Banco Nación en el que la Argentina depositaría los fondos para que esa entidad financiera les pagara a exportadores de productos que compraría Venezuela.
En la práctica, el combustible que llegó a la Argentina no provenía de la nación bolivariana porque su calidad era inferior a las exigencias locales. Por eso, Pdvsa, la petrolera estatal venezolana, se encargaba de enviar productos de otras refinerías.
La administración anterior instrumentó el convenio a través de Pdvsa y Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico mayorista. Pero la compañía local, la mayor beneficiada con los subsidios, comenzó a incumplir con los pagos porque no le alcanzaban las transferencias del Estado.
Mientras vivió Chávez, ambos países contuvieron ese desfase, pero Maduro tuvo menos paciencia. A fines de 2013, Axel Kicillof asumió como ministro de Economía y se llevó consigo la gestión de la energía, que antes estaba a cargo de De Vido.
Una de esas derivaciones fue la finalización de las compras de fueloil a Pdvsa por parte de Cammesa, que acordó un plan de pagos para saldar la deuda. En ese momento le debía a la petrolera US$ 1088 millones (las deudas más viejas datan de 2007), que se refinanció en 22 cuotas mensuales. Desde ese momento la administradora del mercado eléctrico cumplió con los pagos, pero le restan cinco cuotas de US$ 49,5 millones cada una. Es decir, US$ 247,5 millones, que pesarán sobre el primer ejercicio de Macri.
La refinanciación de deudas con Venezuela, sobre la que pesaban intereses millonarios, fue una práctica frecuente del gobierno de Cristina Kirchner. Por caso, un documento oficial que vio LA NACIONindica que al 31 de enero de 2014 se habían pagado 987 millones de dólares en seis cuotas de US$ 140,7 millones desde septiembre de 2012 hasta diciembre de 2013 por embarques que se habían recibido entre 2010 y 2011. En ese momento aún faltaban otras cuatro cuotas por US$ 562,7 millones. Y hasta el primer trimestre de 2014 faltaba abonar un pagaré por US$ 56,3 millones que había vencido el 15 de noviembre de 2011, más sus intereses, para cancelar toda la deuda de los años 2007 y 2008.
En 2010, los ocho ex secretarios de Energía que mantuvieron una postura crítica con el kirchnerismo emitieron un documento en el que cuestionaban la importación. "La información disponible indica que a partir de 2004 la Argentina incrementa fuertemente sus exportaciones de fueloil, generando un superávit significativo con respecto a importaciones que también se incrementan, por el desvío hacia las exportaciones de parte de la producción local. Es así como en el cuatrienio 2004-2008 se importan casi 3,9 millones de toneladas, pero al mismo tiempo las exportaciones trepan a alrededor de 6,4 millones de toneladas", indicó el documento.
Mauricio Macri
Presidente de la Argentina
Desde su llegada comenzó a tejer relaciones comerciales con nuevos socios en temas de energía, como Chile, y mantuvo el vínculo con Bolivia por la importación de gas.
La relación con Venezuela pasa un mal momento y no se le comprará energía.
Nicolás Maduro
Presidente de Venezuela
Desde su llegada al poder se endureció el reclamo hacia la Argentina por el pago de exportaciones de combustibles.
La insistencia se debía, entre otras cosas, a que Venezuela tiene dificultades de acceso al dólar, como le ocurría a la Argentina.
Fuente: La Nacion
Aunque el presidente Mauricio Macri comenzó a alejarse de su par venezolano, Nicolás Maduro, casi en el mismo momento en que llegó a la Casa Rosada, estará obligado a mantener un vínculo con el país caribeño al menos en lo que resta del año debido a un legado silencioso, millonario y polémico que heredó de su antecesora Cristina Kirchner.
Fuentes oficiales confirmaron a LA NACION que el país le debe a Venezuela US$ 247.000 millones por las compras de fueloil y, en menor medida, de gasoil, que se hicieron hasta 2013 para quemarlo en las generadoras térmicas locales en lugar del gas natural, un insumo de mejor rendimiento técnico y más amistoso con el medio ambiente cuya producción comenzó a caer a partir de 2004.
Aunque la importación de combustibles para las centrales eléctricas despertó una de las mayores polémicas del kirchnerismo, la administración actual será la encargada de saldar las cuentas debido a un plan de pagos que se acordó durante la gestión de Cristina Kirchner.
A mediados de la década pasada, la proliferación de la crisis energética llevó al presidente Néstor Kirchner y a su ministro de Planificación, Julio De Vido, a cerrar un acuerdo comercial con Hugo Chávez. Aprovecharon de esa manera dos características sobresalientes: el país caribeño contaba por aquellos días con una oferta energética prolífica y el líder bolivariano había trabado una amistad personal con Kirchner. El convenio contemplaba la creación de un fideicomiso en el Banco Nación en el que la Argentina depositaría los fondos para que esa entidad financiera les pagara a exportadores de productos que compraría Venezuela.
En la práctica, el combustible que llegó a la Argentina no provenía de la nación bolivariana porque su calidad era inferior a las exigencias locales. Por eso, Pdvsa, la petrolera estatal venezolana, se encargaba de enviar productos de otras refinerías.
La administración anterior instrumentó el convenio a través de Pdvsa y Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico mayorista. Pero la compañía local, la mayor beneficiada con los subsidios, comenzó a incumplir con los pagos porque no le alcanzaban las transferencias del Estado.
Mientras vivió Chávez, ambos países contuvieron ese desfase, pero Maduro tuvo menos paciencia. A fines de 2013, Axel Kicillof asumió como ministro de Economía y se llevó consigo la gestión de la energía, que antes estaba a cargo de De Vido.
Una de esas derivaciones fue la finalización de las compras de fueloil a Pdvsa por parte de Cammesa, que acordó un plan de pagos para saldar la deuda. En ese momento le debía a la petrolera US$ 1088 millones (las deudas más viejas datan de 2007), que se refinanció en 22 cuotas mensuales. Desde ese momento la administradora del mercado eléctrico cumplió con los pagos, pero le restan cinco cuotas de US$ 49,5 millones cada una. Es decir, US$ 247,5 millones, que pesarán sobre el primer ejercicio de Macri.
La refinanciación de deudas con Venezuela, sobre la que pesaban intereses millonarios, fue una práctica frecuente del gobierno de Cristina Kirchner. Por caso, un documento oficial que vio LA NACIONindica que al 31 de enero de 2014 se habían pagado 987 millones de dólares en seis cuotas de US$ 140,7 millones desde septiembre de 2012 hasta diciembre de 2013 por embarques que se habían recibido entre 2010 y 2011. En ese momento aún faltaban otras cuatro cuotas por US$ 562,7 millones. Y hasta el primer trimestre de 2014 faltaba abonar un pagaré por US$ 56,3 millones que había vencido el 15 de noviembre de 2011, más sus intereses, para cancelar toda la deuda de los años 2007 y 2008.
En 2010, los ocho ex secretarios de Energía que mantuvieron una postura crítica con el kirchnerismo emitieron un documento en el que cuestionaban la importación. "La información disponible indica que a partir de 2004 la Argentina incrementa fuertemente sus exportaciones de fueloil, generando un superávit significativo con respecto a importaciones que también se incrementan, por el desvío hacia las exportaciones de parte de la producción local. Es así como en el cuatrienio 2004-2008 se importan casi 3,9 millones de toneladas, pero al mismo tiempo las exportaciones trepan a alrededor de 6,4 millones de toneladas", indicó el documento.
Mauricio Macri
Presidente de la Argentina
Desde su llegada comenzó a tejer relaciones comerciales con nuevos socios en temas de energía, como Chile, y mantuvo el vínculo con Bolivia por la importación de gas.
La relación con Venezuela pasa un mal momento y no se le comprará energía.
Nicolás Maduro
Presidente de Venezuela
Desde su llegada al poder se endureció el reclamo hacia la Argentina por el pago de exportaciones de combustibles.
La insistencia se debía, entre otras cosas, a que Venezuela tiene dificultades de acceso al dólar, como le ocurría a la Argentina.
Fuente: La Nacion
Macri heredó una deuda de US$ 250 millones con Venezuela
Reviewed by Anónimo
on
3/16/2016
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