Venezuela ha insistido en que se mantenga "congelada" la producción petrolera OPEP
El presidente Maduro ha tomado una serie de medidas y ha respondido a una situación internacional cambiante en medio del deterioro de la economía venezolana y del reforzamiento de una tendencia mayoritaria en la opinión pública, tanto mundial como doméstica, en relación a la crisis profunda que sacude al país.
Estas conductas responden a una política defensiva que se origina del cruce de tres variables principales: la respuesta gubernamental a las crecientes críticas internacionales sobre el desempeño del gobierno; la reducción de los precios del barril de petróleo venezolano y la decisión de la oposición venezolana de plantear la salida constitucional y adelantada del presidente Maduro, acompañado todo esto de las propias contradicciones internas que se originan en el seno del PSUV y en otros sectores políticos sociales afectos al régimen.
Para ello, Venezuela ha insistido en la necesidad de una política que mantenga la producción petrolera de la OPEP "congelada", para así evitar el desplome de los precios y a su vez ha retomado el plan energético en la Faja del Orinoco, con el concurso de las empresas extranjeras y con mejores condiciones que en años anteriores para ellas, al igual que en el sector minero.
Esto va junto con el deseo de que el gobierno sea visto como solvente en el pago del capital e intereses de la deuda externa, para así evitar el default anunciado en varias oportunidades por sus detractores. Añadido a esto habría que mencionar las acciones para obtener "dinero fresco" por parte de los aliados de Venezuela y a través de la adquisición de una nueva deuda, la renegociación de la misma, una nueva emisión de papeles financieros, la venta de activos públicos, entre ellos el oro, la manipulación cambiaria y los cobros de derechos, impuestos, participaciones y regalías por vía de las inversiones extranjeras directas. Así baila uno de los polos de la Venezuela contemporánea. El otro sector no piensa igual.
Fuente: CARLOS A. ROMERO | EL UNIVERSAL
Estas conductas responden a una política defensiva que se origina del cruce de tres variables principales: la respuesta gubernamental a las crecientes críticas internacionales sobre el desempeño del gobierno; la reducción de los precios del barril de petróleo venezolano y la decisión de la oposición venezolana de plantear la salida constitucional y adelantada del presidente Maduro, acompañado todo esto de las propias contradicciones internas que se originan en el seno del PSUV y en otros sectores políticos sociales afectos al régimen.
Para ello, Venezuela ha insistido en la necesidad de una política que mantenga la producción petrolera de la OPEP "congelada", para así evitar el desplome de los precios y a su vez ha retomado el plan energético en la Faja del Orinoco, con el concurso de las empresas extranjeras y con mejores condiciones que en años anteriores para ellas, al igual que en el sector minero.
Esto va junto con el deseo de que el gobierno sea visto como solvente en el pago del capital e intereses de la deuda externa, para así evitar el default anunciado en varias oportunidades por sus detractores. Añadido a esto habría que mencionar las acciones para obtener "dinero fresco" por parte de los aliados de Venezuela y a través de la adquisición de una nueva deuda, la renegociación de la misma, una nueva emisión de papeles financieros, la venta de activos públicos, entre ellos el oro, la manipulación cambiaria y los cobros de derechos, impuestos, participaciones y regalías por vía de las inversiones extranjeras directas. Así baila uno de los polos de la Venezuela contemporánea. El otro sector no piensa igual.
Fuente: CARLOS A. ROMERO | EL UNIVERSAL
Venezuela ha insistido en que se mantenga "congelada" la producción petrolera OPEP
Reviewed by Anónimo
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3/20/2016
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