VENEZUELA: La nacionalización petrolera
El pasado 1º de enero se cumplieron cuarenta años de la nacionalización de la industria petrolera. "Ni bombos ni platillos" se escucharon en esta conmemoración. Un acontecimiento de tal magnitud, pasó por debajo de la mesa. ¿Será porque el precio del barril de petróleo está por el suelo? ¿Será porque la nacionalización no se ve por ninguna parte? Una lectura rápida de esta conducta del país debe llamarnos la atención ya que la Venezuela moderna, la del siglo XX y XXI, no se entiende si excluimos del análisis la relación del Estado y de la sociedad venezolana con la riqueza petrolera. Petro-Estado, democracia petrolera, renta petrolera, cultura del petróleo, petrodólares, toda nuestra Constitución social está impregnada por el "oro negro". ¿Lo sabemos? Parece que no.
Recordemos los hitos fundamentales de aquel proceso histórico. El 29 de agosto de 1975, el Congreso de la República decreta la "Ley Orgánica que reserva al Estado la industria y el comercio de los hidrocarburos", instrumento jurídico mediante el cual pasan al Estado venezolano todo lo relativo a la exploración, explotación, manufactura o refinación, transporte, comercio interior y exterior de las sustancias explotadas y refinadas, y a las obras que su manejo requiera, "en los términos señalados por esta ley" . Era el triunfo del nacionalismo petrolero.
El problema
Siendo el subsuelo propiedad de la nación, el problema era la infraestructura industrial y comercial que por razones obvias pertenecía a las empresas concesionarias internacionales que, desde 1914, habían iniciado la explotación de petróleo en nuestro país. Hasta aquí todo es entendible: la industria petrolera era extranjera y ahora pasaba a manos del Estado venezolano, momento crucial, que se vive el 1º de enero de 1976, cuando efectivamente toda aquella infraestructura pasa a ser propiedad de la nación. Esta jornada nacionalizadora se completa, en lo fundamental, con la transformación en diciembre de 1975 de la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP) en una Sociedad Mercantil Anónima y sus acciones son asignadas a una nueva empresa denominada Petróleos de Venezuela S. A.
Nace Pdvsa como empresa estatal venezolana cuyas actividades son la explotación, producción, refinación, mercadeo y transporte del petróleo venezolano. En su portal oficial se puede leer que la misma obtuvo en 2013 un ingreso de 114.000 millones de dólares US, aportando un beneficio neto al país de 12.900 millones de dólares. Los activos de la empresa "de todos los venezolanos" son equivalentes a 231.100 millones de dólares y arrastra una deuda de 43.000 millones de dólares. ¿Qué le pueden decir estas cifras al ciudadano común que solo sabe que el país vive en estos momentos una profunda crisis económica y social? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está hoy la industria petrolera nacionalizada?
Estas inquietudes deben ser asumidas por todos los venezolanos, ya que desde 1976 el país tomó en sus manos la industria petrolera y no cabe responsabilizar al imperialismo petrolero del desenvolvimiento exitoso o no de una industria que es la fuente de divisas que nutre las arcas del Estado venezolano. Sin embargo, vemos desvanecer nuevamente el sueño de sembrar el petróleo cuando observamos que solo producimos y vendemos crudo en el mercado internacional y que ahora nos hemos transformado en importadores de petróleo liviano para usarlo como diluente del crudo pesado de la Faja del Orinoco.
Preguntarnos…
Tal vez, lo más importante es preguntarnos por qué no se ha podido desarrollar en Venezuela una verdadera industria manufacturera nacional de materias primas provenientes de los hidrocarburos, tal como lo establece el Artículo 302 de nuestra Constitución Nacional. Además de los ingresos fiscales que pueda aportar Pdvsa, el país necesita desarrollar un sector empresarial nacional dedicado a la producción de insumos y productos derivados de los hidrocarburos y de otros recursos naturales no renovables. Lo demás es seguir en el rentismo puro.
La Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001 introduce el concepto de empresa mixta como un camino para integrar el capital privado a la explotación petrolera y para la formación de capital nacional. Sin embargo, en la Faja Petrolífera del Orinoco domina el capital privado o público extranjero sobre el capital privado nacional. Vale la pena centrar el debate de futuro en el Capítulo VII que se refiere a las Actividades Industriales Petroleras que pueden desarrollarse directamente por el Estado, por empresas privadas y por empresas mixtas. Hay que fomentar la industrialización "aguas abajo" de nuestra industria petrolera. Solo así podremos conmemorar otro aniversario de la nacionalización afirmando que por fin los venezolanos estamos "sembrando el petróleo".
Fuente: Francisco Velasquez/El Universal
Recordemos los hitos fundamentales de aquel proceso histórico. El 29 de agosto de 1975, el Congreso de la República decreta la "Ley Orgánica que reserva al Estado la industria y el comercio de los hidrocarburos", instrumento jurídico mediante el cual pasan al Estado venezolano todo lo relativo a la exploración, explotación, manufactura o refinación, transporte, comercio interior y exterior de las sustancias explotadas y refinadas, y a las obras que su manejo requiera, "en los términos señalados por esta ley" . Era el triunfo del nacionalismo petrolero.
El problema
Siendo el subsuelo propiedad de la nación, el problema era la infraestructura industrial y comercial que por razones obvias pertenecía a las empresas concesionarias internacionales que, desde 1914, habían iniciado la explotación de petróleo en nuestro país. Hasta aquí todo es entendible: la industria petrolera era extranjera y ahora pasaba a manos del Estado venezolano, momento crucial, que se vive el 1º de enero de 1976, cuando efectivamente toda aquella infraestructura pasa a ser propiedad de la nación. Esta jornada nacionalizadora se completa, en lo fundamental, con la transformación en diciembre de 1975 de la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP) en una Sociedad Mercantil Anónima y sus acciones son asignadas a una nueva empresa denominada Petróleos de Venezuela S. A.
Nace Pdvsa como empresa estatal venezolana cuyas actividades son la explotación, producción, refinación, mercadeo y transporte del petróleo venezolano. En su portal oficial se puede leer que la misma obtuvo en 2013 un ingreso de 114.000 millones de dólares US, aportando un beneficio neto al país de 12.900 millones de dólares. Los activos de la empresa "de todos los venezolanos" son equivalentes a 231.100 millones de dólares y arrastra una deuda de 43.000 millones de dólares. ¿Qué le pueden decir estas cifras al ciudadano común que solo sabe que el país vive en estos momentos una profunda crisis económica y social? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está hoy la industria petrolera nacionalizada?
Estas inquietudes deben ser asumidas por todos los venezolanos, ya que desde 1976 el país tomó en sus manos la industria petrolera y no cabe responsabilizar al imperialismo petrolero del desenvolvimiento exitoso o no de una industria que es la fuente de divisas que nutre las arcas del Estado venezolano. Sin embargo, vemos desvanecer nuevamente el sueño de sembrar el petróleo cuando observamos que solo producimos y vendemos crudo en el mercado internacional y que ahora nos hemos transformado en importadores de petróleo liviano para usarlo como diluente del crudo pesado de la Faja del Orinoco.
Preguntarnos…
Tal vez, lo más importante es preguntarnos por qué no se ha podido desarrollar en Venezuela una verdadera industria manufacturera nacional de materias primas provenientes de los hidrocarburos, tal como lo establece el Artículo 302 de nuestra Constitución Nacional. Además de los ingresos fiscales que pueda aportar Pdvsa, el país necesita desarrollar un sector empresarial nacional dedicado a la producción de insumos y productos derivados de los hidrocarburos y de otros recursos naturales no renovables. Lo demás es seguir en el rentismo puro.
La Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001 introduce el concepto de empresa mixta como un camino para integrar el capital privado a la explotación petrolera y para la formación de capital nacional. Sin embargo, en la Faja Petrolífera del Orinoco domina el capital privado o público extranjero sobre el capital privado nacional. Vale la pena centrar el debate de futuro en el Capítulo VII que se refiere a las Actividades Industriales Petroleras que pueden desarrollarse directamente por el Estado, por empresas privadas y por empresas mixtas. Hay que fomentar la industrialización "aguas abajo" de nuestra industria petrolera. Solo así podremos conmemorar otro aniversario de la nacionalización afirmando que por fin los venezolanos estamos "sembrando el petróleo".
Fuente: Francisco Velasquez/El Universal
VENEZUELA: La nacionalización petrolera
Reviewed by Anónimo
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3/01/2016
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