Opinión: ¿Ya tuvo el petroleo su mejor temporada en el 2016?
Este año se ha visto un fuerte rebote de precios de las materias primas, particularmente en petróleo y oro, que ha hecho cambiar el humor en los mercados como siempre ocurre.
El mercado financiero sanciona consensos. En las finanzas, los comportamientos no son racionales sino emocionales y los traders operan por contagio, comprando la mayoría y pagando precios hacia arriba, o bien, vendiendo la mayoría, ofreciendo precios hacia abajo, bien en contraposición con las reglas de la economía real.
En el ámbito de los mercados, cuanto más sube un producto más positivos se ponen los traders y más quieren comprar, y cuanto más baja una acción, un commodity o un bono más negativo se encuentran los traders y quieren vender.
Dos explicaciones que pueden corroborar este comportamiento en manada puede ser visto en el Commitment of Traders (COT), en donde podemos observar cómo proceden los grandes especuladores: cuanto más sube un producto más los compran y es record de contrato de futuros comprados, y cuanto más baja más lo venden y lo inverso también es válido, con la mayoría de los contratos vendidos a futuros por los grandes especuladores.
Los traders son seguidores de tendencia y se contagian en las subidas, así como también en las bajadas.
En este año Fibonacci, dos ejemplos muy importantes pueden ofrecerse como prueba de ello. En enero y febrero, con un comienzo muy malo de China y del mercado de Estados Unidos, solo el 10% de los traders estaban positivos para 2016 y el 90% negativo, directamente influenciado por la fuerte caída de precios. Por su parte, el Dow y el S&P500 se habían desplomado un 15% de sus techos y el 90% estaba negativo pensando que seguirían bajando los precios, y un 10% positivo pensando que podrían subir.
Solo cinco meses más tarde, esta variación de ánimo hizo su efecto, y con la Bolsa estadounidense en nuevos máximos, el humor mágicamente cambió, típico de años como el actual (un año Fibonacci como fuera 2008). Ahora bien, el 90% de los operadores está optimista para el mercado y 10% negativo. En enero y febrero, el mercado sancionó el consenso negativo, generando una gran subida y ahora esperamos lo opuesto; es decir, que en los próximos meses, con el alto consenso positivo actual —que será motivo de otro artículo con respecto a Wall Street—, una fuerte caída puede estar a la vuelta de la esquina una vez que la burbuja estalle.
Si usted se pone contento porque está de acuerdo con el 90% de los participantes, que tanto la Bolsa de Estados Unidos está bien y es compra, igual que la Bolsa mexicana, ambos en nuevos máximos históricos, debería preguntarse: ¿quién le vendrá a comprar sus acciones para que sigan subiendo?, ¿el 10% restante que está negativo? ¿Qué es más probable, que parte del 90% tome ganancias vendiendo o que el 10% que no ingresó termine comprando para que todos tal como una rueda de la felicidad, estén comprados y contentos y los precios en continuos máximos históricos?
Tarde o temprano estas euforias, que en realidad son burbujas, explotan y rápidamente pasan de burbujas a pánico de ventas y allí es donde verdaderamente surge la oportunidad, como en enero y febrero, cuando el 10% de los operadores no creían en el mercado, al ser riesgoso con 1,810 unidades de S&P500 y 15,450 de Dow Jones. Ahora que el Dow está en 18,600 puntos y el S&P500 en 2,170, la situación es distinta teniendo el 90% con confianza en el mercado, ello significa que el mercado está comprado.
Los techos se producen con un mercado comprado y los pisos con un mercado limpio de comprados y muchos profesionales vendidos apostando a mayor caída. El problema es que cuando el mercado cae le toma el 10% del tiempo de lo que le tomó subir, es común que en cuestión de 1 a 3 meses el mercado pierda lo que le tomó ganar en años.
El otro ejemplo muy importante que nos ocupa a continuación son los commodities o materias primas. Aquí se aglutinan diferentes productos que han venido en los últimos 8 años en claras tendencias bajistas reflejando deflación. Este sería el caso del petróleo que viene en tendencia bajista desde 2008; otros desde 2011, como el oro; y alimentos desde 2012, para tocar pisos significativos a comienzos de 2016.
Basta recordar que el petróleo alcanzó por dos veces 26 dólares en enero y febrero de este año. En dicho momento, muchos proyectaban niveles de 20 y de 10 dólares. En el caso del oro, en 1,045, muchos hablaban de niveles debajo de los 1,000 dólares la onza, ambos con consensos muy negativos. De pronto este año hemos visto un fuerte rebote de precios de las materias primas en general y en petróleo y oro en particular, que ha hecho mutar la opinión como siempre ocurre en los mercados.
Desde esta misma columna, así como en nuestros reportes para clientes, tanto en charlas y conferencias, advertíamos de esta posible recuperación; el índice BCOM, que agrupa a los commodities en su conjunto (energía, metales, alimentos), colocó su piso en niveles de 72 dólares el 20 de enero y desde allí comenzó una importante recuperación. La misma nos llevó el mes pasado a niveles máximos de 90.30 el 9 de junio y desde allí ha venido perdiendo posiciones.
Cuando el BCOM alcanzaba en junio su máximo, era record de traders comprados en commodities en el CRB, que es el futuro de commodities; en oro, en plata (estos aún se mantienen en niveles records) y en el petróleo también estaban muy comprados los grandes especuladores. En enero y febrero de este año estaban vendiendo contratos apostando a la caída. De febrero a junio fueron comprando para tener en inventarios niveles records de contratos comprados en materias primas. Nuevamente el humor de los traders mutó de muy negativo, y vendido a muy positivo, y record de comprados.
Como en enero y febrero fue piso y oportunidad de compra, en junio probablemente haya sido techo y oportunidad de venta.
Si observa en la gráfica de abajo, el índice BCOM se encuentra en un nivel crítico, en el punto que une la línea de tendencia alcista desde los pisos de este año. De hecho, mientras no perfore esta línea no se confirma que el ciclo positivo de 2016 de los commodities haya sido visto, pero una vez que lo haga y el mercado cierre debajo de 83 y de 81.74, el mercado confirmará que los 90.30 fueron un techo importante y que lo bueno de este año en las materias primas sencillamente llegó a su fin; fue un rebote y la tendencia bajista desde 2008 a 2011 puede producir una última caída para los próximos meses, recortando el 62% de las ganancias de 2016 o recortando más del 100% de las ganancias si la tendencia bajista aún persistiera.
El commodity más importante componente del BCOM son los derivados del petróleo, y el más significativo es el crudo, el WTI como se lo conoce en Estados Unidos. El contrato de futuro del WTI alcanzó su piso en niveles de 26 dólares en una especie de doble piso en enero y febrero de este año. Desde allí, nuestros reportes proyectaron una recuperación del WTI. En ese momento pocos creían tal recuperación. Hablábamos de niveles de 50-60 dólares para el crudo, nivel que luego fue precisado en reportes para clientes en niveles de 52 dólares. De hecho, el valor más alto de la recuperación del petróleo fue de 52.28 dólares el 9 de junio de este año.
Estacionalmente el petróleo suele colocar picos o techos importantes en los meses comprendidos entre junio y julio. En 2014, su valor más alto fue visto a comienzos de junio en niveles de 107 dólares. Allí empezó la debacle de sus cotizaciones para terminar el año en niveles de 54 dólares. En 2015, su valor más alto lo fija a fines de junio cerca de 62 dólares para terminar en 37 dólares. En junio 2016, el petróleo colocó un pico en 52.28 dólares también para cotizar actualmente en 42 dólares.
¿En qué precio terminará el petróleo en 2016?
Cíclicamente, junio es un mes de techo del petróleo; ha ocurrido así en los últimos años, inclusive en la caída dramática de 2008. Su techo fue en julio y todo el segundo semestre fue malo para el petróleo. Si el ciclo se repite, obviamente el segundo semestre será malo para el WTI y el petróleo puede perder el 62% de las ganancias de este año o más del 100% de las mismas.
Si pierde el 62%, volverá a los 36 dólares, el soporte crítico del WTI debajo de ese precio, con posibilidades de ir debajo de los 26 dólares, niveles ya olvidados por los traders que cobrarán mucha mayor fuerza para el petróleo.
Pero la ciclicidad del petróleo en los segundos semestres ha sido mala en general los últimos años y por lo tanto es probable que lo mejor del petróleo haya sido visto en los 52.28 puntos de junio y que niveles de 36 sean vistos en los próximos meses, no descartando ir debajo de los niveles de comienzos de año.
Creemos que a partir de 2017 la historia puede ser bien diferente ya que vemos para las materias primas un ciclo muy positivo para el período 2017 - 2021, el que seguramente alzará al petróleo desde niveles deprimidos hacia niveles vistos en 2014 entre 84-114 dólares.
Pero primero lo primero: la variación de humor está haciendo su trabajo: el humor muy negativo de enero - febrero para las materias primas mutó a muy positiva en junio. Ahora está positiva, probablemente vuelva por última vez a muy negativa para commodities en general y petróleo, en particular en el segundo semestre, y allí tendremos una histórica oportunidad de compra en vistas a varios años de recuperación; pero con la subida vista en este 2016 ya nos sentimos satisfechos y el segundo semestre la mayoría de las materias primas pueden recortar al menos el 62% o todo el avance desde enero y febrero, para hacer frescos nuevos mínimos del año antes de producir un cambio de tendencia de negativa a positiva.
Nada debe de sorprendernos en un año Fibonacci como este 2016, donde suelen ocurrir cambio de humores dramáticos en los traders e inversores. Estar atentos.
Fuente: Roberto Ruarte
El mercado financiero sanciona consensos. En las finanzas, los comportamientos no son racionales sino emocionales y los traders operan por contagio, comprando la mayoría y pagando precios hacia arriba, o bien, vendiendo la mayoría, ofreciendo precios hacia abajo, bien en contraposición con las reglas de la economía real.
En el ámbito de los mercados, cuanto más sube un producto más positivos se ponen los traders y más quieren comprar, y cuanto más baja una acción, un commodity o un bono más negativo se encuentran los traders y quieren vender.
Dos explicaciones que pueden corroborar este comportamiento en manada puede ser visto en el Commitment of Traders (COT), en donde podemos observar cómo proceden los grandes especuladores: cuanto más sube un producto más los compran y es record de contrato de futuros comprados, y cuanto más baja más lo venden y lo inverso también es válido, con la mayoría de los contratos vendidos a futuros por los grandes especuladores.
Los traders son seguidores de tendencia y se contagian en las subidas, así como también en las bajadas.
En este año Fibonacci, dos ejemplos muy importantes pueden ofrecerse como prueba de ello. En enero y febrero, con un comienzo muy malo de China y del mercado de Estados Unidos, solo el 10% de los traders estaban positivos para 2016 y el 90% negativo, directamente influenciado por la fuerte caída de precios. Por su parte, el Dow y el S&P500 se habían desplomado un 15% de sus techos y el 90% estaba negativo pensando que seguirían bajando los precios, y un 10% positivo pensando que podrían subir.
Solo cinco meses más tarde, esta variación de ánimo hizo su efecto, y con la Bolsa estadounidense en nuevos máximos, el humor mágicamente cambió, típico de años como el actual (un año Fibonacci como fuera 2008). Ahora bien, el 90% de los operadores está optimista para el mercado y 10% negativo. En enero y febrero, el mercado sancionó el consenso negativo, generando una gran subida y ahora esperamos lo opuesto; es decir, que en los próximos meses, con el alto consenso positivo actual —que será motivo de otro artículo con respecto a Wall Street—, una fuerte caída puede estar a la vuelta de la esquina una vez que la burbuja estalle.
Si usted se pone contento porque está de acuerdo con el 90% de los participantes, que tanto la Bolsa de Estados Unidos está bien y es compra, igual que la Bolsa mexicana, ambos en nuevos máximos históricos, debería preguntarse: ¿quién le vendrá a comprar sus acciones para que sigan subiendo?, ¿el 10% restante que está negativo? ¿Qué es más probable, que parte del 90% tome ganancias vendiendo o que el 10% que no ingresó termine comprando para que todos tal como una rueda de la felicidad, estén comprados y contentos y los precios en continuos máximos históricos?
Tarde o temprano estas euforias, que en realidad son burbujas, explotan y rápidamente pasan de burbujas a pánico de ventas y allí es donde verdaderamente surge la oportunidad, como en enero y febrero, cuando el 10% de los operadores no creían en el mercado, al ser riesgoso con 1,810 unidades de S&P500 y 15,450 de Dow Jones. Ahora que el Dow está en 18,600 puntos y el S&P500 en 2,170, la situación es distinta teniendo el 90% con confianza en el mercado, ello significa que el mercado está comprado.
Los techos se producen con un mercado comprado y los pisos con un mercado limpio de comprados y muchos profesionales vendidos apostando a mayor caída. El problema es que cuando el mercado cae le toma el 10% del tiempo de lo que le tomó subir, es común que en cuestión de 1 a 3 meses el mercado pierda lo que le tomó ganar en años.
El otro ejemplo muy importante que nos ocupa a continuación son los commodities o materias primas. Aquí se aglutinan diferentes productos que han venido en los últimos 8 años en claras tendencias bajistas reflejando deflación. Este sería el caso del petróleo que viene en tendencia bajista desde 2008; otros desde 2011, como el oro; y alimentos desde 2012, para tocar pisos significativos a comienzos de 2016.
Basta recordar que el petróleo alcanzó por dos veces 26 dólares en enero y febrero de este año. En dicho momento, muchos proyectaban niveles de 20 y de 10 dólares. En el caso del oro, en 1,045, muchos hablaban de niveles debajo de los 1,000 dólares la onza, ambos con consensos muy negativos. De pronto este año hemos visto un fuerte rebote de precios de las materias primas en general y en petróleo y oro en particular, que ha hecho mutar la opinión como siempre ocurre en los mercados.
Desde esta misma columna, así como en nuestros reportes para clientes, tanto en charlas y conferencias, advertíamos de esta posible recuperación; el índice BCOM, que agrupa a los commodities en su conjunto (energía, metales, alimentos), colocó su piso en niveles de 72 dólares el 20 de enero y desde allí comenzó una importante recuperación. La misma nos llevó el mes pasado a niveles máximos de 90.30 el 9 de junio y desde allí ha venido perdiendo posiciones.
Cuando el BCOM alcanzaba en junio su máximo, era record de traders comprados en commodities en el CRB, que es el futuro de commodities; en oro, en plata (estos aún se mantienen en niveles records) y en el petróleo también estaban muy comprados los grandes especuladores. En enero y febrero de este año estaban vendiendo contratos apostando a la caída. De febrero a junio fueron comprando para tener en inventarios niveles records de contratos comprados en materias primas. Nuevamente el humor de los traders mutó de muy negativo, y vendido a muy positivo, y record de comprados.
Como en enero y febrero fue piso y oportunidad de compra, en junio probablemente haya sido techo y oportunidad de venta.
Si observa en la gráfica de abajo, el índice BCOM se encuentra en un nivel crítico, en el punto que une la línea de tendencia alcista desde los pisos de este año. De hecho, mientras no perfore esta línea no se confirma que el ciclo positivo de 2016 de los commodities haya sido visto, pero una vez que lo haga y el mercado cierre debajo de 83 y de 81.74, el mercado confirmará que los 90.30 fueron un techo importante y que lo bueno de este año en las materias primas sencillamente llegó a su fin; fue un rebote y la tendencia bajista desde 2008 a 2011 puede producir una última caída para los próximos meses, recortando el 62% de las ganancias de 2016 o recortando más del 100% de las ganancias si la tendencia bajista aún persistiera.
El commodity más importante componente del BCOM son los derivados del petróleo, y el más significativo es el crudo, el WTI como se lo conoce en Estados Unidos. El contrato de futuro del WTI alcanzó su piso en niveles de 26 dólares en una especie de doble piso en enero y febrero de este año. Desde allí, nuestros reportes proyectaron una recuperación del WTI. En ese momento pocos creían tal recuperación. Hablábamos de niveles de 50-60 dólares para el crudo, nivel que luego fue precisado en reportes para clientes en niveles de 52 dólares. De hecho, el valor más alto de la recuperación del petróleo fue de 52.28 dólares el 9 de junio de este año.
Estacionalmente el petróleo suele colocar picos o techos importantes en los meses comprendidos entre junio y julio. En 2014, su valor más alto fue visto a comienzos de junio en niveles de 107 dólares. Allí empezó la debacle de sus cotizaciones para terminar el año en niveles de 54 dólares. En 2015, su valor más alto lo fija a fines de junio cerca de 62 dólares para terminar en 37 dólares. En junio 2016, el petróleo colocó un pico en 52.28 dólares también para cotizar actualmente en 42 dólares.
¿En qué precio terminará el petróleo en 2016?
Cíclicamente, junio es un mes de techo del petróleo; ha ocurrido así en los últimos años, inclusive en la caída dramática de 2008. Su techo fue en julio y todo el segundo semestre fue malo para el petróleo. Si el ciclo se repite, obviamente el segundo semestre será malo para el WTI y el petróleo puede perder el 62% de las ganancias de este año o más del 100% de las mismas.
Si pierde el 62%, volverá a los 36 dólares, el soporte crítico del WTI debajo de ese precio, con posibilidades de ir debajo de los 26 dólares, niveles ya olvidados por los traders que cobrarán mucha mayor fuerza para el petróleo.
Pero la ciclicidad del petróleo en los segundos semestres ha sido mala en general los últimos años y por lo tanto es probable que lo mejor del petróleo haya sido visto en los 52.28 puntos de junio y que niveles de 36 sean vistos en los próximos meses, no descartando ir debajo de los niveles de comienzos de año.
Creemos que a partir de 2017 la historia puede ser bien diferente ya que vemos para las materias primas un ciclo muy positivo para el período 2017 - 2021, el que seguramente alzará al petróleo desde niveles deprimidos hacia niveles vistos en 2014 entre 84-114 dólares.
Pero primero lo primero: la variación de humor está haciendo su trabajo: el humor muy negativo de enero - febrero para las materias primas mutó a muy positiva en junio. Ahora está positiva, probablemente vuelva por última vez a muy negativa para commodities en general y petróleo, en particular en el segundo semestre, y allí tendremos una histórica oportunidad de compra en vistas a varios años de recuperación; pero con la subida vista en este 2016 ya nos sentimos satisfechos y el segundo semestre la mayoría de las materias primas pueden recortar al menos el 62% o todo el avance desde enero y febrero, para hacer frescos nuevos mínimos del año antes de producir un cambio de tendencia de negativa a positiva.
Nada debe de sorprendernos en un año Fibonacci como este 2016, donde suelen ocurrir cambio de humores dramáticos en los traders e inversores. Estar atentos.
Fuente: Roberto Ruarte
Opinión: ¿Ya tuvo el petroleo su mejor temporada en el 2016?
Reviewed by Anónimo
on
7/28/2016
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