“Visión 2030”: los árabes siembran su petróleo
El mayor productor de petróleo del mundo, Arabia Saudita, decidió ponerle fin a los vaivenes del precio del crudo que tanto afectan su economía y ha propuesto un verdadero cambio revolucionario. Han decidido acabar con la conocida “enfermedad holandesa” a través de un plan conocido como “Visión 2030”, creando el mayor fondo de inversión del mundo al estilo de Noruega.
La enfermedad holandesa, o síndrome holandés, es un término acuñado en economía para identificar las consecuencias negativas que sufre un país cuando experimenta un crecimiento inesperado en sus ingresos en divisas.
Este problema por lo general está asociado a la explotación y exportación de recursos naturales, lo que en corto tiempo puede significar grandes ingresos para el país, pero que tienen un efecto negativo en los demás sectores productivos diferentes a la explotación del recurso natural causante del “problema”.
Cuando al país ingresas grandes cantidades de dólares producto de la exportación de algún recurso natural, la consecuencia más inmediata es la revalorización o apreciación de la moneda local, situación que disminuye la competitividad de la industria nacional, además de experimentar una gran volatilidad de los ingresos debido a la exposición a los vaivenes del mercado mundial de los productos básicos, la mala gestión de los recursos por parte del gobierno, o la presencia de instituciones débiles, ineficaces, corruptas e inestables.
La enfermedad se hizo evidente por primera vez después de que los holandeses descubrieron un enorme campo de gas natural en Groninger en 1959. Los Países Bajos trataron de aprovechar este recurso en un intento de exportar el gas con fines de lucro. Sin embargo, cuando el gas comenzó a salir del país, lo mismo ocurrió con su capacidad para competir con otras exportaciones de los demás países. Como en los Países Bajos se centraron principalmente en las nuevas exportaciones de gas, el valor de la moneda holandesa creció a un ritmo muy rápido, lo que perjudicó su capacidad para exportar otros productos. En medio del creciente mercado de gas y la contracción las exportaciones, los Países Bajos comenzaron a experimentar una recesión.
Este proceso también se ha visto en varios países alrededor del mundo, incluyendo, entre otros, a Venezuela (petróleo), Angola (diamantes, petróleo), la República Democrática del Congo (diamantes) y varias otras naciones. Todos estos recursos son considerados “malditos”.
Arabia Saudita
El príncipe Mohamed bin Salman recientemente dijo que “Arabia Saudita ha desarrollado una adicción al petróleo”, por lo que se propuso eliminarla.
Romper esa dependencia no será nada fácil ya que el país obtiene más de 70% de sus ingresos por la venta de petróleo y los pronósticos de la demanda futura no son buenos. De acuerdo a los varios estudios, el cambio climático ha creado una gran incertidumbre sobre la demanda mundial de crudo, y aunque el petróleo no perderá su preponderancia, el pronóstico de la demanda en el futuro es imprevisible.
Por ello, Arabia Saudita ha decidido hacerse menos dependiente del petróleo como fuente de trabajo e ingresos para sus ciudadanos.
El príncipe Mohamed bin Salman anunció su intención de poner fin a su “adicción” al petróleo para poder sobrevivir sin los ingresos que este produce para el año 2020.
El plan consiste en vender parte de su empresa petrolera en la bolsa y reinvertir los fondos obtenidos en otros sectores de la economía y diversificar sus ingresos y al mismo tiempo generar empleos para la población.
Para obtener los fondos los árabes van a privatizar un 5% de las acciones de la empresa petrolera estatal saudí Aramco para que su fondo soberano, que actualmente dispone de US$160.000 millones, alcance los US$2 millardos, estableciendo el que sería el fondo soberano más grande del mundo, más del doble del mayor fondo estatal de inversiones existente, el que tiene Noruega con US$865.000 millones.
La venta del 5% de Aramco establecería nuevos récords ya que constituiría la mayor oferta inicial pública de acciones de la historia, superando a las de la cadena comercial china Alibaba, que obtuvo US$25.000 millones, y la de Facebook, que sumó US$16.000 millones.
Un plan para 15 años
Con las reformas, Riad aspira a incrementar sus ingresos no petroleros, que en 2015 se ubicaron en US$43.600 millones, hasta US$160.000 millones en 2020 y US$267.000 millones en 2030.
La ampliación del fondo soberano será clave para ello.
“Técnicamente, esto hará de las inversiones y no del petróleo la fuente de ingresos del gobierno saudita. Así dentro de 20 años seremos un Estado que no dependerá principalmente del crudo”, señaló el monarca, aunque admitió que el reto será la aplicación de las reformas. “Aquí el verdadero tema será cómo garantizar que estos objetivos ambiciosos y sensatos puedan convertirse en cambios reales”.
Venezuela
Aunque no seamos noruegos ni árabes, vale la pena copiar este modelo de “visión 2030” que ya comenzaron a implementar los árabes con la compra de la aplicación para contratar taxis Uber, y que pronto les comenzará a dar frutos.
En el país hemos vivido distintos experimentos de este tipo con programas de inversión como el Fondo de inversiones de Venezuela o recientemente el del Fonden, pero la falta de transparencia, mal manejo y corrupción acabaron con ellos. Si volvemos a tener la oportunidad de que suban los precios del crudo deberíamos tratar de crear un fondo similar, que estuviese en manos privadas y que sea independiente al manejo del gobierno de turno y quizás así podríamos tener la esperanza que finalmente se sembrará el petróleo en Venezuela.
Fuente: Penzini Analitica
La enfermedad holandesa, o síndrome holandés, es un término acuñado en economía para identificar las consecuencias negativas que sufre un país cuando experimenta un crecimiento inesperado en sus ingresos en divisas.
Este problema por lo general está asociado a la explotación y exportación de recursos naturales, lo que en corto tiempo puede significar grandes ingresos para el país, pero que tienen un efecto negativo en los demás sectores productivos diferentes a la explotación del recurso natural causante del “problema”.
Cuando al país ingresas grandes cantidades de dólares producto de la exportación de algún recurso natural, la consecuencia más inmediata es la revalorización o apreciación de la moneda local, situación que disminuye la competitividad de la industria nacional, además de experimentar una gran volatilidad de los ingresos debido a la exposición a los vaivenes del mercado mundial de los productos básicos, la mala gestión de los recursos por parte del gobierno, o la presencia de instituciones débiles, ineficaces, corruptas e inestables.
La enfermedad se hizo evidente por primera vez después de que los holandeses descubrieron un enorme campo de gas natural en Groninger en 1959. Los Países Bajos trataron de aprovechar este recurso en un intento de exportar el gas con fines de lucro. Sin embargo, cuando el gas comenzó a salir del país, lo mismo ocurrió con su capacidad para competir con otras exportaciones de los demás países. Como en los Países Bajos se centraron principalmente en las nuevas exportaciones de gas, el valor de la moneda holandesa creció a un ritmo muy rápido, lo que perjudicó su capacidad para exportar otros productos. En medio del creciente mercado de gas y la contracción las exportaciones, los Países Bajos comenzaron a experimentar una recesión.
Este proceso también se ha visto en varios países alrededor del mundo, incluyendo, entre otros, a Venezuela (petróleo), Angola (diamantes, petróleo), la República Democrática del Congo (diamantes) y varias otras naciones. Todos estos recursos son considerados “malditos”.
Arabia Saudita
El príncipe Mohamed bin Salman recientemente dijo que “Arabia Saudita ha desarrollado una adicción al petróleo”, por lo que se propuso eliminarla.
Romper esa dependencia no será nada fácil ya que el país obtiene más de 70% de sus ingresos por la venta de petróleo y los pronósticos de la demanda futura no son buenos. De acuerdo a los varios estudios, el cambio climático ha creado una gran incertidumbre sobre la demanda mundial de crudo, y aunque el petróleo no perderá su preponderancia, el pronóstico de la demanda en el futuro es imprevisible.
Por ello, Arabia Saudita ha decidido hacerse menos dependiente del petróleo como fuente de trabajo e ingresos para sus ciudadanos.
El príncipe Mohamed bin Salman anunció su intención de poner fin a su “adicción” al petróleo para poder sobrevivir sin los ingresos que este produce para el año 2020.
El plan consiste en vender parte de su empresa petrolera en la bolsa y reinvertir los fondos obtenidos en otros sectores de la economía y diversificar sus ingresos y al mismo tiempo generar empleos para la población.
Para obtener los fondos los árabes van a privatizar un 5% de las acciones de la empresa petrolera estatal saudí Aramco para que su fondo soberano, que actualmente dispone de US$160.000 millones, alcance los US$2 millardos, estableciendo el que sería el fondo soberano más grande del mundo, más del doble del mayor fondo estatal de inversiones existente, el que tiene Noruega con US$865.000 millones.
La venta del 5% de Aramco establecería nuevos récords ya que constituiría la mayor oferta inicial pública de acciones de la historia, superando a las de la cadena comercial china Alibaba, que obtuvo US$25.000 millones, y la de Facebook, que sumó US$16.000 millones.
Un plan para 15 años
Con las reformas, Riad aspira a incrementar sus ingresos no petroleros, que en 2015 se ubicaron en US$43.600 millones, hasta US$160.000 millones en 2020 y US$267.000 millones en 2030.
La ampliación del fondo soberano será clave para ello.
“Técnicamente, esto hará de las inversiones y no del petróleo la fuente de ingresos del gobierno saudita. Así dentro de 20 años seremos un Estado que no dependerá principalmente del crudo”, señaló el monarca, aunque admitió que el reto será la aplicación de las reformas. “Aquí el verdadero tema será cómo garantizar que estos objetivos ambiciosos y sensatos puedan convertirse en cambios reales”.
Venezuela
Aunque no seamos noruegos ni árabes, vale la pena copiar este modelo de “visión 2030” que ya comenzaron a implementar los árabes con la compra de la aplicación para contratar taxis Uber, y que pronto les comenzará a dar frutos.
En el país hemos vivido distintos experimentos de este tipo con programas de inversión como el Fondo de inversiones de Venezuela o recientemente el del Fonden, pero la falta de transparencia, mal manejo y corrupción acabaron con ellos. Si volvemos a tener la oportunidad de que suban los precios del crudo deberíamos tratar de crear un fondo similar, que estuviese en manos privadas y que sea independiente al manejo del gobierno de turno y quizás así podríamos tener la esperanza que finalmente se sembrará el petróleo en Venezuela.
Fuente: Penzini Analitica
“Visión 2030”: los árabes siembran su petróleo
Reviewed by Anónimo
on
7/07/2016
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